Se registraron 17 deslizamientos de tierra en la ARC y la Panamericana
Caracas.- El agua subió de nivel y tomó por asalto negocios, viviendas, escuelas y locales comerciales. De toda la Gran Caracas, la subregión más asolada por el paso de la Tormenta Bret fue Valles del Tuy. En Charallave, la quebrada Guaremal se salió de su cauce y corrió desquiciada por las comunidades de Chupulún, El Campito, La Chivera y El Placer, donde 113 viviendas resultaron afectadas por el sedimento y el lodo espeso que arropó enseres y muebles.
Para quienes residen en el sector La Chivera, del municipio Cristóbal Rojas, fue una noche perturbadora: llovía con vehemencia, estaban a media luz y crujían los trastos arrastrados por la quebrada. Aturdidos por el agua que ganaba terreno, la vaguada arrebató toda calma a los habitantes de 70 inmuebles perjudicados en esa zona del Tuy.
Llovió de manera sostenida por al menos cuatro horas. Vecinos señalan que las precipitaciones se desataron a las 7:00 de la noche y se mantuvieron hasta las 11:00. En Pitahaya tres familias lo perdieron todo y en la escalera 8, de la zona cinco, de Las Brisas, una casa quedó tapiada, confirmó Liliana Barrios, directora de Protección Civil Charallave.
En Ocumare del Tuy, 228 estructuras domésticas sufrieron los embates del clima, 140 de ellas en La Cabrera, donde se desbordó la quebrada Charallave. En ese mismo municipio, pero en el Barrio Simón Bolívar, de la parroquia Santa Bárbara, 71 casas sufrieron los estragos del agua, precisó el portavoz de PC Lander, Eliezer Blanco.
En el Tuy al menos 15 hogares quedaron damnificados en cuatro de los seis municipios que integran la subregión. Ocho de ellos en Lander, cinco en Cristóbal Rojas, uno en Cúa y otro en Santa Teresa. En total 341 viviendas se vieron afectadas, según las autoridades.
A propósito de la devastación por el paso de la Tormenta Bret, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, informó que varias escuelas se anegaron, especialmente en Charallave donde la naturaleza parecía haberse ensañado contra las Residencias Bosque Real y la Escuela Carmen Ruiz, en Chupulún. En este último sector, la quebrada inundó los almacenes de la Ferretería Agrovalle y arrastró hasta la calle recipientes de pinturas y otros productos.
En el Barrio La Cabrera, ubicado en la carretera vieja Charallave-Ocumare,el miedo abrazó a las familias asediadas por la naturaleza. Algunas incluso se subieron a los techos de las casas para resguardarse de la crecida de la quebrada.
En el Área Metropolitana, el PC El Hatillo reportó 58 milímetros de lluvias. De acuerdo con el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la UCV a partir de 30 mm las precipitaciones pueden catalogarse de fuertes. De seguir el fenómeno, 2017 podría considerarse como un año lluvioso extremo, lo cual obliga a revisar las alcantarillas y torrenteras.
Los estragos de las lluvias no cedieron con el paso de la tormenta. Ayer se produjeron 10 deslizamientos entre los kilómetros 29 y 37 de la Autopista Regional del Centro, entre Maitana y Paracotos. En Condiciones normales, los usuarios pueden recorrer ese tramo en al menos cinco minutos. Pero ayer los conductores demoraron hasta tres horas debido a la tierra que obstaculizaba la vía.
Aunque varios de los derrumbes ocurrieron en la madrugada, hubo quienes se quejaron, pues solo había un escaso personal con una pequeña maquinaria tratando de despejar la autopista. En la Panamericana también se registraron siete deslizamientos. Según Protección Civil Miranda, en Altos Mirandinos hubo siete vías anegadas, 17 derrumbes y cinco árboles caídos.
JULIO MATERANO - MIGDALIS CAÑIZÁLEZ / El Universal
Página Web - 2017/06/22
Fuente: http://www.eluniversal.com/