Apreciado Alejandro, valiéndome del derecho a réplica que nos confiere la Ley de Ejercicio del Periodismo paso a responderte la “Carta al decano de Arquitectura” que publicaste en Aceras y Brocales el 29-05-14 en Últimas Noticias.
En ella comienzas aludiendo a una conversa telefónica privada que me grabaron subrepticiamente y que un canal oficial de TV se ufanó en divulgar, lo cual es un acto violatorio de derechos consagrados en la Constitución. Me sorprendió que lo mencionaras y lo dejaras pasar sin pronunciarte ya que, sobre todo en este momento con el caso Snowden en la palestra, te imagino entre los que están en contra del espionaje de Estado a sus ciudadanos.
Sin embargo, me satisface que el asunto haya sido oportuno para tratar públicamente algunas de las dudas que expones sobre la relación de nuestra facultad con la actual gestión gubernamental. Comparto contigo la lógica de que, aun cuando actualmente, y como ha sido parte de nuestra tradición republicana, desde la universidad no respaldemos como cuerpo la ideología dominante, esta institución representa una fuerza que debe ser convocada a participar, no solo a respaldar acríticamente, sino a crear, formular y contribuir activamente a lograr las mejores soluciones para los problemas del país.
Hemos manifestado continuamente nuestra disposición de volcar esta experiencia y participar en los programas nacionales de desarrollo y de hecho hemos venido trabajando continuamente con gobernaciones y alcaldías. No solo en materia de edificios y proyectos sino en el centro de nuestros esfuerzos, debo mencionar la Escuela de Constructores Populares, mediante la cual la FAU imparte cursos certificados en diferentes áreas del quehacer constructivo directamente a hombres y mujeres del pueblo, quienes han sido responsables del mayor volumen de viviendas construidas en el país en las últimas décadas.
En cambio, el trabajo con el Gobierno central ha estado severamente limitado por razones que reconocemos de orden político. Sería interesante un diálogo franco con nuestros compañeros hoy altos funcionarios en materia de vivienda y hábitat para discernir sobre lo que preguntas: por qué, para el lanzamiento de una cruzada de envergadura de dotación de vivienda digna a las grandes mayorías nacionales, en vez de priorizar la contratación de empresas y el uso de tecnologías extranjeras no se convocó a la facultad, y a las universidades en general, con su enorme potencial científico y capacidad crítica, a activarse en torno a estos planes. Para que, además de producir muchas unidades, se hicieran de la mejor calidad posible, abordando la urgente meta de revalorizar las ciudades y, como lo ha reclamado Fruto Vivas, recrear ambientes comunitarios enriquecedores de la cultura en convivencia.
Y de paso, aunque no menos importante, fortaleciendo nuestras altas casas de estudio, sembrando saberes y enriqueciendo la industria local. Precisamente, el reciente reconocimiento otorgado por la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo al maestro Fruto, en la idea que planteas al final de tu carta, representa en efecto una ocasión significativa para encontrarnos en la facultad y volver sobre este tema crucial. Las puertas de esta casa común están siempre abiertas. Un abrazo, Guillermo Barrios.
ALEJANDRO LÓPEZ/ Últimas Noticias
Impreso Dígital – 2014/06/12