Bajo el método de la autoconstrucción y la organización colectiva, un grupo de familias del desarrollo habitacional Casupito 777 transformaron la realidad de esa comunidad en la población de Chirgua, municipio Bejuma del estado Carabobo, en la región centro occidental del país.
En ese urbanismo los consejos comunales, con el apoyo del Frente Francisco de Miranda, levantaron 40 viviendas que dignificaron las condiciones de vida de 40 familias que este jueves recibieron las llaves de sus nuevos hogares en Casupito 777 por parte del ministro de Hábitat y Vivienda, Manuel Quevedo.
“Tener una casa propia siempre es motivo de orgullo, pero lo es aún más si somos nosotros mismos quienes participamos en la construcción, porque le ponemos más empeño y amor al que será nuestro hogar”, expresó Irmaris Quintero, integrante de una de las familias carabobeñas que este jueves recibieron sus nuevas casas de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).
La de Irmaris es una de las 40 viviendas que integran el desarrollo habitacional Casupito 777, ejecutado bajo el método de la autoconstrucción en la población de Chirgua, municipio Bejuma del estado Carabobo y que fue inaugurado este jueves por el Gobierno Bolivariano.
La joven, quien se desempeña como docente y es madre de una niña de 4 años, narró que la vida les cambió de forma radical al poseer una vivienda propia.
“Antes vivíamos mi hija, mi esposo y yo en casa de mis padres. Allí compartíamos una habitación con mi hermano menor. Ver realizado nuestro sueño de contar con un techo digno y propio es lo mejor que nos ha pasado y se lo debemos al comandante Chávez y a la Revolución Bolivariana”, manifestó.
Afirmó que con apoyo del Frente Constructor del Frente Francisco de Miranda (FFM) iniciaron esta experiencia de edificar sus propias casas. Tanto hombres como mujeres participaron en el proceso de construcción de las 40 unidades habitacionales.
“La mayoría no sabíamos nada de construcción, pero aprendimos en el proceso, aquí bajamos materiales, batimos mezcla, entre otras cosas que eran necesarias para levantar nuestros hogares. Una anéctota que no olvidaremos es que en una oportunidad tuvimos que descargar 750 sacos de cemento entre cuatro mujeres porque sino se llevaban el material a otro urbanismo, valió la pena porque tenemos nuestras bellas casas”, señaló.
Las viviendas de este urbanismo son de 62 metros cuadrados. Cuentan con tres habitaciones, un baño, sala, cocina, comedor, lavandero, porche y patio.
Por su parte el padre de familia Jhonatan Roberto Graterol, expresó: “Es una alegría infinita tener nuestra propia casa. Que nuestra hija tenga su propio espacio para crecer feliz”.
Considera que la política habitacional del gobierno revolucionario es exitosa. “Con un gobierno de derecha esto no sería posible, si Hugo Chávez, no hubiese promovido esto, nunca se hubiesen construido tantas casas en el país para las familias mas humildes”.
Agencia Venezolana de Noticias
Página Web - 2016/01/21
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