1 Caracas es referencia nacional del sistema de ciudades. Porque además de ser la capital, asiento de los poderes nacionales y ser la más poblada, es la más clara expresión de una sociedad con severos problemas aún por superar a pesar de los esfuerzos de los últimos 15 años.
2 Hoy se debate entre tres fuerzas. Dos de éstas son visiones culturales contradictorias ideológica y éticamente. Una es la que representa la Revolución Bolivariana y la otra la agrupada en las siglas MUD. Y la tercera es la conjunción de las debilidades de la primera y las desviaciones de la segunda.
3 Por otra parte, se percibe en general, que la ocupación del territorio, lo urbano, la ciudad, todavía está relegada en las prioridades nacionales. Aunque algunas estrategias actuales contribuyen al desarrollo urbano, como las misiones, en particular las de vivienda y barrio nuevo tricolor.
4 Lo anterior se basa, en que lo que entendemos como la Gran Caracas, no sólo los cinco municipios del valle, sino los 17 o más municipios de la región capital, hoy gobernados por diferentes visiones ideológicas, carece de una unidad de mando que dirija su planificación, la coordinación de la ejecución de planes y proyectos nacionales, estadales y locales y el control del urbanismo de la capital y de sus áreas de injerencia.
5 Es esencial, urgente y necesario reconocer a una autoridad especial que viabilice la elaboración y la ejecución del plan de desarrollo de la Gran Caracas (región capital), a la cual estén subordinadas todas las instancias de los diferentes ámbitos de gobierno, independientemente de jerarquías.
6 En esa autoridad deben converger los actores nacionales, estadales, municipales y comunales, pero bajo esa unidad de mando. Ella debe elaborar consensuadamente la estrategia de desarrollo integral de la región, fijar las líneas de acción, coordinar la ejecución de planes y proyectos y controlar los procesos urbanos y territoriales. Es la única forma de una gestión eficiente, concertada y sin interferencias.
7 La Gran Caracas es muy vulnerable. Debe ser planificada y gestionada con visión de conjunto, dentro del país y con perspectiva internacional. No puede ser una colcha de retazos de acciones, o un mosaico de intereses segmentados o particulares. Es vital la unidad de mando y con la participación protagónica del poder popular.
ALEJANDRO LÓPEZ / Últimas Noticias
Impreso Digital – 2014/11/27