Suben y bajan 365 escaleras para entrar y salir del sector
Que las autoridades regionales y nacionales volteen su mirada hacia San Ignacio del Cocuy, parte alta de Naiguatá, piden los habitantes de esa barriada.
Las 32 familias que allí viven aseguran sentirse olvidadas por el gobierno regional y, aún más, por parte del Ejecutivo Nacional. Se trata de una zona rural que tiene 30 años. En un principio era un área dedicada a la siembra. Las calles son de tierra y todas las viviendas son ranchitos de latón y madera.
Se surten de agua con una manguera que conectaron hacia Cerro Colorado.
La luz se las colocaron hace cuatro años. Antes la robaban de un poste en la parte baja.
Lo peor son las 365 escaleras que deben subir y bajar a diario. Es la única entrada y salida que tienen para el sector.
“Aquí cuando llueve nadie sale. Ni los niños van a la escuela, porque el barro los ensucia todos. Es realmente desesperante vivir así”, lamentó Lilly González, vecina.
“Se acuerdan de nosotros cuando necesitan votos o hay que ir a marchas. De resto, San Ignacio del Cocuy no existe”, señaló la joven.
Tienen una tubería vieja y rota para las aguas servidas. En algunos ranchitos no hay ni siquiera baños.
“Aquí hemos hecho todos los censos habidos y por haber. Ivivar ha tomado fotos y realizado cualquier cantidad de inspecciones, pero todo sigue igual”, relató González.
Además, culebras y roedores abundan por la zona. La gran cantidad de maleza que hay contribuye a que proliferen esas especies.
Recursos
La presidenta del Instituto de la Vivienda de Vargas (Ivivar), Dianney Ocanto, informó que sí hay un proyecto para los habitantes del sector, planteado en la misma parroquia. No obstante, dijo que aguardan por la llegada de los recursos del Ministerio de Vivienda, los cuales deberían ser aportados en los próximos meses para dar inicio a la obra antes de finalizar 2014.
FRANK HERNÁNDEZ / Últimas Noticias
Página Web – 2014/09/18