Alcaldía promete mejorar las condiciones del albergue
A cuatro años del derrumbe en un talud del kilómetro 18 de la carretera vieja Petare-Guarenas, a la altura del sector Ochoa, aún quedan 22 familias en espera de casas. Les recomiendan tener paciencia, según relataron.
Cinco grupos parentales pasan el día en lo que quedó de sus viviendas, pero duermen en el refugio de Ochoa.
Diecisiete familias más permanecen en sus moradas. Se aprecian vigas en el aire, cuartos que se llevó el río y, lo que queda en pie, es precario.
Jorge Castañeda, habitante del sector, tenía su hogar frente a la Corporación de Servicios Miranda, el río se llevó todo, sólo le quedó el porche. Allí instaló una bodeguita donde pasa el día. En la noche se devuelve al refugio, con su esposa y dos hijas, de 17 y 21 años, respectivamente.
“Tengo más de 30 años en Ochoa y desde hace cuatro que habito el refugio. Lo último que nos dijeron representantes del Gobierno nacional que nos visitaron, es que debemos tener paciencia”.
Arreglos. El alcalde de Plaza, Rodolfo Sanz, recorrió esta semana Izcaragua, El Tamarindo y Zumba, en la carretera vieja. Anunció que impermeabilizarán el techo e instalarán un nuevo sistema eléctrico en el refugio de Ochoa, para que las personas vivan mejor, mientras el Estado decide sobre sus solicitudes de techo.
En cuanto a la vía, lugareños dijeron que, desde que habilitaron el paso por el sitio del derrumbe, el sitio se ha convertido en el destino final de escombros de escarificación de las vías. Hay, como mínimo, 10 montones de residuos de asfalto.
MARIAM BLANCO / Últimas Noticias
Página Web – 2014/08/15