Comunidad paralizó por tres días obras de prolongación de la Cota Mil
La protesta de la comunidad de El Cardón, en Cotiza, que paralizó por tres días las obras de prolongación de la avenida Boyacá surtió efectos.
Los vecinos lograron que esta semana arranquen estudios de suelos y patológicos para determinar la profundidad del daño de siete viviendas afectadas por la obra desde 2011. La evaluación estará a cargo de Funvisis y del Instituto Municipal de Gestión de Riesgos y Administración de Desastres (Imgrad).
Los voceros de la junta comunal del sector también lograron que se inicie una mesa de trabajo con representantes del Ministerio de Transporte y del consorcio portugués Teixeira Duarte, a cargo de las obras de ampliación de la Cota Mil hacia la autopista Caracas-La Guaira.
Oscar Blanco, miembro de la junta comunal, explicó que estas casas presentan hundimientos, fisuras, humedad por filtraciones y puertas y ventanas descuadradas. Aunque estos problemas son evidentes en siete viviendas, son más de cien las familias (entre los dos callejones de El Cardón) las que se pueden ver afectadas con los trabajos viales. Judith Arias tiene 52 años en El Cardón y asegura que su casa está en riesgo. "Los movimientos de tierra de la obra debilitaron estas estructuras. Cuando salimos a protestar nos lanzaron a la Guardia Nacional y casi todos éramos personas mayores".
Ayer funcionarios de Protección Civil y del Imgrad visitaron esta comunidad para responder las inquietudes de los vecinos con relación a las implosiones que se van escuchar a raíz de las obras.
Dennys Cordero, del Imgrad, explicó que El Cardón se encuentra a 280 metros de las implosiones. Agregó que cuando se hicieron las primeras detonaciones se colocó un sismógrafo y no se registraron afectaciones. Cuando estas terminen se hará una nueva evaluación de las viviendas y si alguna sufre daños el consorcio encargado de la obra ha dicho que tomará acciones.
DELIA MENESES / El Universal
Página Web - 2014/05/27
Fuente: http://www.eluniversal.com