1 Hechos. Esta semana se cumplen dos meses de la agresión continuada de un grupo de individuos contra el paisaje urbano y contra los vecinos de Colinas de Bello Monte, en su entrada principal, la avenida Caurimare. Esta agresión consiste en destrucción de árboles y mobiliario urbano; remoción de alcantarillas y colocación de árboles, muebles y objetos cortantes para impedir el paso vehicular; impedimento del paso del Metrobús (¡dos meses!) y de otros medios de transporte público; amedrentamiento a personas que estén, o parezcan estar, en vehículos de instituciones del Estado, llegando en algunos casos al uso de bombas molotov, con capuchas para ocultar la identidad.
2 Estímulo al caos urbano. Ha ocurrido un deterioro severo de los espacios públicos: destrucción física, suciedad, caos vehicular. Estas acciones son actos de delincuencia y otras llegan a ser sin duda acciones terroristas, porque se usa la violencia para tratar de alcanzar un objetivo. Sorprendentemente, las agresiones ocurren en presencia de la policía de Baruta. Ello obviamente genera impunidad y es un poderoso estímulo al grupo violento para continuar su accionar. Adicionalmente, se promueve la intervención de la Guardia Nacional, la que sería respondida con piedras y molotov y dejaría un saldo de víctimas.
3 ¿Por qué? La barricada se ha mantenido por dos meses; sin embargo, en 90% del tiempo, durante las últimas semanas, no hay personas allí presentes, pero las barricadas no son removidas por el municipio. ¿Por qué? Ya no es un problema de control de manifestaciones, sino de rescatar el espacio urbano destruido, garantizar la convivencia y el intercambio vecinal en los espacios públicos y la movilidad urbana para estudiar, trabajar, curarse y proveerse de alimentos, entre otras necesidades básicas que evidentemente sí son de la competencia de la alcaldía.
4 Recomendaciones al alcalde. a) Permitir que su policía, que es nuestra policía, del municipio como un colectivo, actúe en defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos; b) reponer las alcantarillas y el mobiliario urbano destruido; c) permitir el libre tránsito; d) devolver la tranquilidad a los vecinos y a los numerosos trabajadores que deben ingresar a la zona. ¿Hasta cuándo tenemos que continuar los vecinos sufriendo las consecuencias de la inacción del alcalde ante el insignificante grupo de violentos?
Oscar Andrés López / Últimas Noticias
Impreso Dígital - 2014/05/01