Odebrecht no ha respondido por los perjuicios ocasionados por las obras de la Línea 5, dicen vecinos
Aunque el ruido de la excavadora ya no retumba en La Floresta, desde hace unos meses el sonido de camiones que transportan escombros perturba la paz de los residentes día y noche. Las vibraciones de las casas en la avenida Santa Teresa siguen siendo frecuentes.
El techo del comedor y las paredes del salón y de una de las habitaciones de la quinta de Auristela Torres muestran las grietas producto de los trabajos de construcción de la Línea 5 del Metro de Caracas, cuya topa terminó de abrir el túnel que pasa por debajo de es vivienda a finales de octubre.
Hace dos meses, una comisión de representantes del Metro de Caracas y de la empresa Odebrecht acudió a la vivienda de Torres y a otras de los alrededores para verificar los daños estructurales que padecen 62 casas, de los casi 300 inmuebles que tiene La Floresta.
Realizaron estudios topográficos e incorporaron medidores en los pisos en caso de que se resquebrajaran por los fuertes movimientos.
No obstante, Torres señala que desde entonces no han vuelto a pasar por allí. En agosto enmendaron el desnivel que presentaba la reja del estacionamiento de la casa a raíz de las vibraciones, pero en noviembre volvió a dañarse y estuvo a punto de caer sobre su vehículo.
"Los llamé para reclamar por el mal trabajo que habían hecho, fueron a ver, pero más nunca regresaron a hacer algo.
Tuve que mandarla a arreglar", relata.
Relaciona lo ocurrido con lo conversado días después con un obrero, que le comentó que los empleados habían sido "despachados" de sus labores.
Solo en la quinta Gloria, una de las residencias más afectadas de la zona, se hicieron las reparaciones hace mes y medio por cuenta de Odebrecht, luego de que los vecinos ejerciesen presión. Roberto García-Pretel, uno de los propietarios de la casa, afirmó, sin embargo, que no se culminaron los trabajos por completo debido al despido de la cuadrilla de obreros.
"Luego de que se hicieron los arreglos aparecieron otras grietas. Todo el movimiento en el Metro sigue", señala GarcíaPretel.
Brenda Galarraga asegura que hace dos meses Odebrecht se comprometió a que entre el 8 y el 15 de enero de 2014 comenzarán a resarcir las afectaciones en su casa. Programó con la empresa para que las restauraciones comiencen el próximo año y no antes, dado que las obras exigen mayor atención, como la colocación de cerámica nueva en el recibo principal y la cocina. Así consta en las minutas de las reuniones.
"El piso se me resquebrajó, mandé a hacer un presupuesto para que la empresa cubra con eso, pero no regresaron. Esos presupuestos ya están caducos, los costos aumentan cada vez más", dijo.
Ahora los vecinos tienen otra preocupación. "¿Vamos a seguir con los problemas y oyendo ruidos espantosos cuando el Metro esté operativo? Eso es lo que todos los vecinos nos preguntamos", dice Torres.
ANDREA MONTILLA K. / El Nacional
Impreso Digital - 2013/12/06
Fuente: http://www.el-nacional.com/