Los trámites que deben realizar los  propietarios de inmuebles alquilados para recuperar   su vivienda  pueden demorar   ocho años, de acuerdo con los   cálculos de la abogada  especialista en el área, Cora Farías. 
Explicó que el procedimiento   administrativo para efectuar el    desalojo, con el visto bueno de   la Superintendencia de Arrendamiento  de Vivienda, incluye   cerca de seis pasos que se deben ejecutar en  cuatro instancias, que comienza con el procedimiento ante la Sunavi y    finaliza con la decisión del tribunal superior en lo civil.   
Cada uno de ellos puede tomar entre un año y año y medio. Sin embargo,  la espera más   larga ocurre después de que el   tribunal aprueba la  desocupación: la Sunavi debe autorizar   un refugio o vivienda digna  para el inquilino y su familia. 
"Estoy esperando por un refugio para un arrendatario desde   hace dos  años y estoy de 42 en   la lista de la Sunavi", dijo la experta. Según  información oficial, el organismo ha reubicado a 40 familias. 
Farías afirma que la Ley para   la Regularización y Control de   los  Arrendamientos de Vivienda, aprobada en noviembre de   2011, sanciona  solo al propietario y fomenta el abuso de inquilinos. Señaló que la  mayoría   de los casos de desalojo se resuelven mediante negociaciones,  en las que los inquilinos   a menudo solicitan compensaciones en dólares  o piden al   propietario que los ubique en   otra vivienda. "Tengo un  caso   de una persona que vive en el   extranjero y quería recuperar    su casa en Altamira. Tuvo que   comprarle al inquilino un apartamento  valorado en 25.000   euros para que le devolviera el   inmueble", contó.  
"Los arrendadores terminan   pagando indemnizaciones millonarias, es  como si volvieran a   comprar el inmueble", expresó   Teresa Borges,  especialista en   Derecho Inmobiliario. Agregó   que la legislación  falla en proteger al arrendatario que realmente cumple. 
Limitaciones.  Borges afirmó   que la Sunavi hace una "labor    titánica" para atender las solicitudes, sin embargo, carece de    personal, presupuesto e infraestructura suficiente para dar   respuestas  expeditas. "Están   haciendo operativos de regulación para simplificar  el proceso, lo cual no es mala idea, pero   obvia las formalidades y  lesiona el derecho a la defensa". 
Indicó que los requisitos para realizar cualquier trámite   resultan muy  onerosos para   los inquilinos. "Solicitan copias certificadas de todo y  piden documentos que reposan   en los archivos públicos". Dijo   que  recabar los requisitos necesarios para una gestión común, como la  regulación del   canon, demanda una inversión   de entre 3.000 y 5.000  bolívares,   sin sumar los honorarios profesionales del asesor legal. 
Borges y Farías consideran que se debe reformar la legislación. Sin embargo, hay algunos aspectos que consideran positivos. Farías destacó el funcionamiento del Sistema de Arrendamiento de Vivienda en Línea, que permite llevar un control de los pagos a través de la web y la eliminación de cláusulas leoninas para los inquilinos en los contratos.
NICOLLE YAPUR / El Nacional
Impreso Digital - 2013/11/27
Fuente: http://www.el-nacional.com
