Sus habitantes quieren cambios con este gobierno, pues señalan que el anterior les falló
Cascajo cubierto de yerba, calles desniveladas, asfalto cuarteado y casas aún tapadas con madera esperando la reconstrucción se han convertido en el paisaje cotidiano de los habitantes del pueblo de San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía de Xochimilco.
La misma iglesia y su atrio revelan que a dos años del 19-S el olvido llegó más rápido que la ayuda que “supuestamente habría a través de donativos y visitas de artistas”, dijo Édgar Camacho Godoy, coordinador territorial de este pueblo.
La parte donde yacía la cúpula sigue cubierta por una lona blanca que se ha ido carcomiendo por el sol y la lluvia; la barda del atrio que se cayó se transformó en un montículo lineal de cascajo y tierra ocultos entre la yerba, que ha crecido a lo largo de estos dos años.
“San Gregorio se levanta lento; el duelo se superó, pero el ánimo no es el mismo. La fiesta del pueblo no ha logrado retomar esa alegría que sentíamos todos; se festeja, pero algo adentro sigue doliendo”, lamentó Camacho.
Durante un recorrido, Excélsior comprobó que algunos damnificados ya cuentan con un techo gracias a la ayuda de fundaciones, pero en casas que miden menos de la mitad de las que perdieron.
“Hay otros que lograron agrandar sus viviendas con recursos del Fonden (Fondo de Desastres Naturales) sin haber tenido daños por el movimiento telúrico, aprovechándose de aquella ayuda para su beneficio personal”, recriminó doña Avelina de la Rosa Serralde, quien aún se resiste a la demolición de su casa.
Sin embargo, confía en que el gobierno de Claudia Sheinbaum sí les cumpla.
“El anterior no hizo nada, permitió mucha corrupción y favoreció a los que votaron por ese partido de (Miguel Ángel) Mancera”, dijo.
De la Rosa Serralde y otros diez integrantes de su familia siguen hacinados en la casa que les construyó la Fundación Slim, pero que en menos de un año ya presenta humedad en el piso del baño, que está en la planta alta, porque la tubería fue mal instalada.
“Durante un año tenemos que decir las fallas que tiene y ya pasando ese año las fallas nos van a costar a nosotros”, relató mientras mostraba las filtraciones. La construcción tiene menos de seis meses.
“Me fui a inscribir para lo de la casa, y me dijeron que sí, apenas antier fui a junta y me dijeron que sí que nos van a volver a ayudar, el gobierno de la Ciudad de México. No nos prometió la casa que teníamos, pero, aunque sea unos dos cuartitos nos iban a hacer”.
LILIAN HERNÁNDEZ / Excélsior
Página Web - 2019/09/19
Fuente: https://www.excelsior.com.mx/