La revolución industrial en el sector inmobiliario está basada en nuevas herramientas y tecnologías que permiten lograr mejores transacciones y más transparentes, basadas en decisiones de compraventa con datos abiertos, que potencian la calidad residencial de cada propiedad ofertada.
Actualmente este proceso implica completar una multiplicidad de trámites, procesos y evaluaciones. A pesar de la tendencia de automatización, que acelera la simplificación de esta cadena, aún es necesaria la asesoría técnica de expertos en la comercialización de inmuebles. Si una operación de venta o compra de una nueva vivienda es efectiva a través de un técnico especializado entonces se logra un mejor precio de cierre.
Una transacción residencial debe tener como objetivo proveer la vivienda que mejor se adapte a cada persona. Debe estar basada en el estilo de vida, uso habitual de los servicios, ubicación, conectividad y rendimientos esperados. El rol de un bróker en esta cadena industrial es agilizar este proceso de compraventa si se potencian los beneficios comerciales del tráfico orgánico de los portales inmobiliarios.
Hoy, cada nuevo prospecto está empoderado por el acceso abierto a la información, lo que le permite tener mejores estadísticas y datos sobre las zonas y su potencial comercial. Las personas que buscan comprar un inmueble son cada vez más sofisticadas, ya que sus expectativas son también más transparentes y precisas. Sobre todo si se trata del principal activo de su portafolio de inversiones, como lo es comprar “el hogar ideal de sus sueños”.
La cadena transaccional para adquirir una nueva casa está llena de "cuellos de botella” debido a los trámites, certificados y comisiones. También por este motivo es recomendable realizar estas operaciones bajo el monitoreo y ejecución de asesores expertos en cada fase del proceso, ya que cuentan con más conocimientos sobre el tipo y calidad de los inmuebles. Por ejemplo, cuentan con un perfil más calificado para identificar vicios ocultos o emitir una recomendación sobre remodelaciones o aseguramiento de los bienes raíces.
Casi todas las transacciones inmobiliarias implican un proceso de negociación entre vendedores y compradores. Asesores calificados, o que cuenten con certificaciones, juegan un rol significativo en la determinación del precio final de cierre o condiciones de pago. Además, tienen un mejor conocimiento del entorno de las zonas, con lo cual se minimizan las posibilidades de realizar compras riesgosas por falta de información.
El uso de datos de fuentes confiables mejora el conocimiento de los clientes, por lo que hoy los expertos inmobiliarios ofrecen servicios a usuarios que cada vez son más exigentes y están más informados. Esto ofrece un reto constante de profesionalización para el sector.
Leonardo González / Excélsior
Página Web - 2019/07/19
Fuente: https://www.dineroenimagen.com/