Rescatistas y más de 15.000 efectivos de las fuerzas armadas luchaban el miércoles por llegar a poblaciones costeras aisladas tras el paso del huracán Willa, que se disipaba sobre el norte de México pero aún había desalojos por temor a las inundaciones.
Por el momento no se tenía noticia de fallecimientos, aunque sí de daños materiales: los vientos de 195 kilómetros por hora (120 millas por hora) de la tormenta dañaron un hospital, cortaron la electricidad, derrumbaron chozas de madera y arrancaron techos de lámina de casas en la municipalidad de Escuinapa, en el estado de Sinaloa, cuando tocó tierra el martes en la noche.
Casi 102.000 viviendas en ese estado se quedaron sin luz, tuiteó el director de la compañía eléctrica. Se ha restaurado el servicio en aproximadamente 62% de ellas.
El techo del hospital y otras áreas resultaron dañados en Escuinapa, indicó el sistema de protección civil de Sinaloa.
Se esperaba que las más afectadas fueran un puñado de comunidades costeras que quedaron aisladas por tierra e incomunicadas. Equipos de emergencias intentaban quitar los postes de luz y árboles caídos que bloqueaban los caminos.
La Secretaría de Gobernación informó a última hora del miércoles que, además del despliegue de 12.000 soldados, más de 3.800 marinos y 120 policías federales, estaba previsto el envío de aeronaves para apoyar en los trabajos.
En la comunidad agrícola de Pueblo Nuevo, como a un kilómetro (media milla) del centro de Escuinapa, los vecinos lloraban al narrar cómo el viento se llevó sus techos de lámina y marcos de madera mientras ellos se guarecían bajo los muebles más pesados.
Rubén Ávila y su esposa Juana le dijeron a The Associated Press que estaban frustrados porque las autoridades no habían llegado con ayuda, mientras estaban sentados entre sus pertenencias bajo la intensa lluvia el miércoles.
Mientras tanto, fotografías en redes sociales mostraban colchones forrados de plástico supuestamente donados a los residentes de Sinaloa tras la tormenta a nombre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el encarcelado líder del cártel de Sinaloa. El capo fue extraditado a Nueva York en 2017 y se enfrenta a cargos de narcotráfico.
En el estado vecino de Nayarit, el gobernador Antonio Echavarría pidió al gobierno federal un helicóptero, botes y equipo de rescate. Dijo que se intenta evacuar a personas de poblaciones bajo riesgo de inundaciones. Un hospital público compartió fotografías de un bebé que nació en Acaponeta mientras pasaba la tormenta.
Antes de llegar a territorio continental cerca de Isla del Bosque el martes en la noche, la tormenta azotó las Islas Marías, un archipiélago situado a unos 100 kilómetros (60 millas) de la costa que tiene una reserva natural y una prisión federal.
La tormenta perdió fuerza rápidamente sobre el norte de México al degradarse a depresión tropical antes del amanecer y se disipaba la mañana del miércoles, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. En 10 estados mexicanos seguía lloviendo debido a Willa.
Ante el temor por las lluvias, el estado de Durango informó que evacuaba a 200 personas amenazadas por posibles desbordamientos de la represa de Santa Elena. En Nayarit, los bomberos pidieron a los habitantes de poblaciones en torno al río Acaponeta que “evacúen inmediatamente” porque el río alcanzaba niveles peligrosos.
Willa tocó tierra 80 kilómetros (50 millas) al sureste de Mazatlán, un puerto turístico de medio millón de habitantes, entre ellos muchos estadounidenses y canadienses.
Las lluvias torrenciales comenzaron por la tarde y agentes de emergencias dijeron que evacuaron a más de 4.250 personas de poblaciones costeras e instalaron 58 refugios en previsión de la tormenta.
MARCO UGARTE - Associated Press / El Nuevo Herald
Página Web -2018/10/24
Fuente: https://www.elnuevoherald.com/