Dos leyes fundamentales para las familias de bajos ingresos deben ser discutidas antes del 15 de junio
Quedan sólo días antes del 15 de junio, para que en Albany se aprueben las leyes de renta estabilizada que benefician a millones de neoyorquinos de bajos ingresos. Unos de esos inquilinos son María Najera, su esposo y sus dos hijos, quienes hasta hace apenas seis años ni siquiera sabían que tenían derechos. “Yo pensaba que el dueño podía hacer lo que quisiera y botarnos cuando se le diera la gana”, dice esta mexicana de 36 años, residente en Bushwick.
En la ciudad, alrededor de un millón de departamentos están bajo el régimen de renta estabilizada, que modera y controla los aumentos del alquiler, de forma de apoyar sobre todo a los de más necesidades. Pero la ley que controla esta situación está pronto a caducar y debe ser renovada antes de que termine el periodo legislativo en la asamblea y el senado. De no renovarse la ley, 2.5 millones de personas en Nueva York, incluyendo a la familia de Najera, se verán seriamente afectados. Antes que la mujer se informara sobre la renta estabilizada y aprendiera de sus derechos, vivió el acoso de su casero que empezó a ser agresivo para tratar de sacarla.
“Para mí no hay duda de que tenemos que salvar y mantener estos departamentos. Pero además, necesitamos poner en esta ley indicaciones para que no haya hostigamiento por parte de los propietarios”, dice el asambleísta estatal Keith Wright (D-Distrito 70), quien dirige el Comité de Vivienda en la Cámara Baja. “Ya hemos perdido alrededor de 250,000 departamentos de renta estabilizada en los últimos cuatro o cinco años, debido a las leyes actuales”.
Normas contra el acoso
“Una de las partes más controversiales de la actual ley es que si un dueño de un departamento saca a una familia y mete a otra, automáticamente puede aumentar en un 20% el arriendo. Es como un bono por sacar a una familia”, dice José López, directivo de Make The Road NY. Esto es lo que aparentemente habría estado haciendo el dueño del departamento de María Najera y muchos otros landlords. “Además, están las ofertas de comprar o ‘buy outs’. Les ofrecen entre $5,000 y $15,000 para que se vayan”, dice López. En el caso de María Najera, la última oferta fue de $20,000, pero su problema es que sabe que no encontrará otro departamento asequible en el barrio donde vive. “Quizás me tendría que ir a vivir lejos, al campo”, asegura Najera.
De acuerdo al asambleísta Wright, medidas para evitar estos abusos son las que intentarán promover desde la Asamblea, dominada por los demócratas, pero estas modificaciones tendrán que pasar el difícil escollo del Senado, controlado por los republicanos. “Este tipo de cosas son las que me gustaría ver en la ley, pero no sé cómo será el proyecto final”, dijo Wright.
Al respecto, la presidenta de la comisión de vivienda en el Senado estatal comentó que están dispuestos a añadir cambios. “Queremos hacer adiciones al programa para hacerlo un medio basado en el beneficio público, para asistir a quienes realmente necesitan ayuda para alcanzar su carga de alquiler”, dijo la senadora republicana Catharine Young.
Otro miedo es que no se llegue a un acuerdo antes del 15 de junio. “Si las leyes de renta no se extienden, vamos a tener que empacar nuestras cosas y salir, pero también es importante arreglar las políticas de renta. Hoy todo parece estar muy a favor de los dueños”, dice la activista López.
Entre tanto, desde la Alcaldía también llamaron a promover estas leyes. "Nuestras familias trabajadoras y nuestros vecindarios dependen de leyes de renta sólidas. El arriendo es el mayor gasto de los neoyorquinos. Esta debe ser una ciudad para todos. No puede ser una ciudad de departamentos de lujo, fuera del alcance de los neoyorquinos", dijo el vocero del alcalde Wiley Norvell.
JUAN GARNHAM / La Opinión
Página Web – 2015/05/05
Fuente: http://www.laopinion.com