Más de 100 residentes de un suburbio en el sur de Miami-Dade que no está incorporado al condado se reunieron el lunes por la noche para discutir la posibilidad de convertir su comunidad en una ciudad con su propio gobierno.
La asamblea fue el primer foro público del Comité Asesor Municipal de South B, el cual es conocido como MAC South B por su sigla en inglés y fue creado por el condado en el 2013 para estudiar la posibilidad de crear un nuevo municipio. Los límites del área serían entre la 248 Street del SW por el norte, la 320 Street por el oeste, 97 Street al este y Old Dixie Highway al sur.
El censo del 2010 indicó que más de la mitad de la población de la zona en cuestión es hispana. Sin embargo, la mayoría de los inquilinos y propietarios de viviendas que se congregaron en la escuela South Dade Senior High en Homestead el lunes no eran hispanos.
Elizabeth Roman, una residente, protestó al comité porque el aviso por correo, que fue enviado menos de una semana antes del evento, estaba escrito en inglés primero y debajo en español.
“Estoy segura que la mayoría abrió el documento, vió que estaba en inglés y solo lo botó”, dijo Roman y agregó que consideró hacer su propio folleto en español y repartirlo pero no tuvo tiempo. “Solo dos o tres latinos vinieron a la reunión. Eso no tiene sentido cuando la mayor parte de mis vecinos son latinos.”
Roman le sugirió al comité que invitara a un traductor de español para asegurarse que más residentes asistieran en el futuro.
Otros residentes también se quejaron del poco tiempo de aviso para el foro. Uno aseguró que pudo haber asistido al menos el doble de personas si se se hubiese avisado con más anticipación.
La mayoría de los que asistieron a la reunión se mostraron descontentos con el plan de formarse como ciudad, al considerar que la iniciativa aumentaría la burocracía y sus impuestos innecesariamente.
David Smalley, quien compró una casa hace seis meses en el área, se quejó sobre la inicitaiva.
“Compré mi casa en una parte no incorporada del condado Miami-Dade para estar en una parte no incorporada del condado Miami-Dade”, aseguró. “Estoy 100 por ciento en contra de esta tontería.”
No obstante, algunos abogaron por la incorporación, con el argumento que esta les daría más control del urbanismo en el área, el cual tiene una población de alrededor de 34,000 personas.
David Rodriguez, otro residente, dijo que siente que la comunidad nunca se recuperó totalmente de la destrucción del huracán Andrew en 1993. En ese entonces muchos conocían el sitio como “Zona Muerta”. Por ese motivo más que nada, manifestó que está a favor de incorporarse al condado como municipio.
“La gente se queja del aumento de impuestos, pero se necesita dinero para mejorar las cosas”, dijo.
También dijo que confía que si la nueva ciudad logra llegar a tener su propio departamento de Policía, la presencia de las autoridades mejoraría. Dijo que ahora no se siente seguro en su comunidad y ni siquiera puede salir a correr en su propio barrio.
La nueva ciudad tendría un alcalde, un concejo con tres integrantes, un administrador, así como departamentos de finanzas, obras públicas, y construcción y planificación. Tendría cuatro parques que administrar y posiblemente su propio departamento de Policía.
Sin embargo, tendría que seguir usando los servicios del condado, incluyendo del departamento de bomberos, bibliotecas y recogida de basura. Muchos en la reunión se quejaron que pagarán más por los mismos servicios.
La incorporación aumentaría la tarifa estándar por milla de 1.9283 a 8.69. Eso haría que el hogar promedio de una familia con un valor fiscal de $70,000 pague $450 adicionales en impuestos. Varios de los que intervinieron en el foro del lunes dijeron que ese aumento sería incosteable en una zona mayormente de clase obrera.
Los tres miembros del comité residen en el área y se ofrecieron voluntariamente para los cargos. El comisionado del distrito donde está el área, Dennis Moss, escogió a los miembros del comité. Moss no estaba disponible para hacer comentarios al respecto.
El comité presentó un informe de factibilidad sobre el nuevo municipio, incluyendo datos presupuestarios como ingresos y gastos proyectados. Sin embargo, las cifras no fueron las que realmente el comité encontró en su estudio.
PMG Associates, una compañía contratada por el condado para realizar un estudio independente, mostró números mayores que los del comité. Marva Williams, la presidenta del comité, explicó que el condado los obligó a usar las cifras de PMG en los panfletos que se entregaron al público. Pero si le permitieron leer los números en voz alta durante la reunión.
Residentes agradecieron a los miembros del comité imparcial por trabajar de forma voluntaria en el proyecto, pero reprendieron a la Comisión del Condado por obligar al comité a aumentar sus datos para ajustarlos con los de PMG.
“No nos iban a permitir tener una audiencia pública a menos que nuestros números coincidieran con los números de PMG”, manifestó Williams. “Luchamos duro contra eso, pero tuvimos que hacerlo de esa manera para poder estar con ustedes hoy”.
Los ingresos totales, según PMG, serían de casi $17 millones y los gastos de casi $15 millones.
Williams dijo que el comité concluyó que los gastos eran de alrededor de $10 millones, unos cinco menos que PMG. Williams no mencionó nada sobre los ingresos que el comité determinó, pero dijo que lo haría en la próxima reunión. Los números del comité mantendrían la tasa de millage en 1.9283, dijo.
Todo esto no es más que el primer paso del largo proceso de formar una nuevo municipio, el cual toma de uno a dos años en Miami-Dade.
La del lunes fue la primera audiencia pública de dos obligatorias. Después el comité hará una recomendación a la Comisión del Condado sobre si crear una ciudad o no y la Comisión, a su vez, votará para decidir si continuar con la iniciativa. Si esta avanza, los residentes del área dirán la última palabra con su voto.
Jimena Tavel / El Nuevo Herald
Página Web - 2019/04/03
Fuente: https://www.elnuevoherald.com/