Consejo financiero: ¿Qué es mejor, comprar o arrendar? (ESTADOS UNIDOS)

La primavera es un momento ideal para un nuevo comienzo y, para algunos, para una casa nueva. Antes de salir a buscar vivienda, una primera pregunta que debería hacer es: ¿debería ser propietario de una casa en este momento? Y la segunda: ¿O debería continuar arrendando?


Adquirir la primera vivienda es muy gratificante, pero financiarla puede ser abrumador. Es verdad, comprar una casa tiene sus ventajas. El gobierno recompensa la propiedad de la vivienda con tratamientos impositivos favorables. Le permite acumular un capital que se queda con usted. Y si tiene suerte, el valor puede incrementarse (pero no lo dé por sentado).


Y acaso lo mejor de todo sea la sensación de poder que la propiedad conlleva. Puede pintar las paredes del color que le plazca —o incluso demolerlas por completo— sin tener que pedir permiso.


Sin embargo, comprar una casa constituye un enorme compromiso financiero que no puede asumirse por impulso. Quizás pueda interesarle una reveladora publicación del autor de temas de finanzas personales, Ramit Sethi, que narra el caso de un amiga que había planificado muy poco cuando estaba a punto de adquirir una casa de $1 millón en San Francisco. Coincido con este breve renglón que escribe en su artículo: “Investigar cuando se realiza una compra colosal = buena idea”.


Haciendo a un lado las emociones, si usted no está financieramente preparado, convendría continuar arrendando hasta que se encuentre en una posición más sólida.


Los costos de ser propietario a menudo sorprenden a los ex arrendatarios. Entre ellos se cuentan el pago inicial y los costos de oportunidad —o cualquier otra cosa que pudiera estar haciendo con ese dinero, como pagar la deuda de intereses elevados de los saldos de la tarjeta de crédito o los préstamos personales.


También debe tener en cuenta una serie de costos recurrentes: la hipoteca, los impuestos inmobiliarios anuales, los seguros, el mantenimiento estándar, las mejoras a la vivienda y los pagos a la asociación del condominio o de vecinos.


Luego están las reservas de emergencia que debe mantener para acontecimientos que el seguro no cubre: una avería del refrigerador, por ejemplo.


Para ayudarlo en su análisis, esta práctica aplicación de cálculo le proporciona una cifra aproximada de los costos iniciales y recurrentes de ser propietario de una casa, por un lado, y de ser arrendatario, por el otro.


Algunos datos que necesita para el cálculo son:


▪ Su puntuación de crédito. Para ello sugiero el sitio AnnualCreditReport.com, que está autorizado en el ámbito federal.


▪ La tasa de hipoteca que puede obtener. Aquí tiene un útil punto de partida para evaluar las tasas bancarias de su región (teniendo en cuenta que es un punto de partida, pues las tasas pueden cambiar velozmente).


Si usted ha estado haciendo cálculos y concluyó que comprar es financieramente mejor que arrendar, la Agencia de Finanzas para Viviendas e Hipotecas ofrece esta útil “Guía para compradores de primera vivienda (en inglés)”. Esta guía paso a paso comienza determinando aquello a lo que usted puede acceder, que va desde realizar una oferta hasta cerrar la compra de su casa nueva. Algunas secciones de la información sobre financiamiento son específicas de la región, pero la mayoría es aplicable sin importar el lugar donde usted vive.


Por último —pero no por ello menos importante—, cuando se trata de leer información general, hacer cálculos y reflexionar sobre estos temas, soy un aficionado de Mortgage Professor, y de su lista para los compradores de una primera vivienda.

 



SHERI IANNETTA CUPO – ADVICEIQ / El Nuevo Herald

Página Web – 2015/04/21

Fuente: http://www.elnuevoherald.com


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