No hay soluciones fáciles para los problemas que aquejan al Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones, que se ahoga en pérdidas de 24.000 millones de dólares.
Sin embargo, expertos y defensores dicen que el Congreso tiene algunas opciones que podrían dar estabilidad financiera al abrumado programa, así como hacerlo más accesible y eficaz al momento de motivar cambios en las comunidades construidas demasiado cerca del agua.
Los legisladores modificaron el programa este mes por segunda vez en dos años tras reconocer que una reforma anterior, en 2012, había afectado a demasiados asegurados con aumentos de tasas que no podían pagar. Sin embargo, la legislación sólo pospone la hora de la verdad.
Es probable que al menos 1,1 millones de asegurados vean aumentar sustancialmente las primas de seguros en los próximos años a medida que el gobierno reduzca los subsidios a los propietarios en las zonas de mayor riesgo de inundación. The Associated Press, en un artículo publicado el lunes, halló cientos de pueblos ribereños, ciudades portuarias y comunidades costeras en las que el futuro aumento de las primas puede dificultar que la gente conserve sus hogares y negocios.
Sin embargo, si las primas se mantienen tan bajas como están ahora, esas mismas comunidades podrían costar a los contribuyentes miles de millones de dólares cuando eventualmente se inunden, gracias a décadas de primas bajas que han dado a los propietarios pocos incentivos para proteger sus propiedades de las inundaciones.
El Congreso reconoció el problema pero no ofreció soluciones en la modificación firmada el viernes por el presidente. La ley da a la FEMA 18 meses para completar un estudio ya atrasado sobre la asequibilidad del seguro contra inundaciones y un máximo de 36 meses para encontrar la forma de ofrecer asistencia a propietarios que no puede pagar primas elevadas. También indica que la FEMA debe fijarse la meta de limitar las primas anuales a no más de 2.500 dólares al año por una cobertura de 250.000, pero no ofreció ninguna sugerencia sobre qué hacer sin llevar a la bancarrota a un programa que ya cobra mucho más que eso en muchas pólizas.
La propuesta de asequibilidad debería cumplirse muy poco antes que el programa se debate nuevamente en el Congreso para su reautorización en 2017.
Una opción potencial impulsada por algunos expertos sería ofrecer préstamos a bajo interés para ayudar a los propietarios a elevar sus propiedades por encima del nivel calculado de inundación.
En varios estudios el año pasado, Carolyn Kousky, investigadora del grupo de ciencias ambientales Recursos para el Futuro, y Howard Kunreuther, codirector del Centro Wharton de Gestión de Riesgos y Procesos de Decisión de la Universidad de Pennsylvania, propusieron un sistema en que los propietarios puedan recibir cupones con descuentos en las primas a cambio de elevar sus propiedades sobre pilotes, cimientos más elevados u otro tipo de soporte elevado. La cantidad del cupón, que también cubriría una parte del pago del préstamo, estaría vinculada con el ingreso del propietario.
Elevar las viviendas es costoso y los precios oscilan entre 40.000 y bastante más de 100.000 dólares, pero eso ahorraría dinero a largo plazo tanto al propietario como al gobierno, alegaron. Los pagos del préstamo serían significativamente menores que lo que de otra manera pagarían por concepto de primas de seguro exorbitantes.
Y a largo plazo el gobierno evitaría tener que pagar las costosas reclamaciones de seguro, que con frecuencia pueden superar el costo de la elevación. Después de la supertormenta Sandy, por ejemplo, el Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones terminó pagando 7.900 millones de dólares en reclamaciones, con un pago promedio de poco menos de 55.000 dólares.
Un enfoque similar ha sido apoyado por grupos como la Unión de Científicos Preocupados, que ha tratado de hacer sonar la alarma sobre la amenaza de más inundaciones en las próximas décadas debido al calentamiento global. Rachel Cleetus, economista especializado del grupo, dijo que esperaba que el Congreso aprovechara el tiempo transcurrido entre ahora y la votación de reautorización del 2017 para presentar un sistema que favorezca la mitigación sobre otras soluciones.
"Pudiéremos invertir nuestros recursos en algo mejor que ayudar a personas a concentrarse en estas zonas de riesgo" dijo Cleetus.
Algunos políticos y funcionarios de estados donde existe un alto riesgo de inundaciones han propuesto medidas para dar incentivos fiscales a los propietarios que establezcan cuentas de ahorro para situaciones de catástrofe, en que los propietarios ahorran dinero para enfrentar futuros desastres naturales, y también con el fin de reforzar las viviendas contra los daños potenciales de inundaciones, terremotos, incendios o tornados.
George Kasimos, uno de los fundadores del grupo Stop FEMA Now, dijo que se debe felicitar al Congreso por responder a las preocupaciones de los electores y aprobar la ley de este mes, pero dijo que hacen falta reformas mucho mayores para evitar una crisis a largo plazo.
DAVID B. CARUSO / El Nuevo Herald
Página Web - 2014/03/25
Fuente: http://www.elnuevoherald.com