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Los jóvenes deben pagar el 94% de su sueldo si quieren vivir solos de alquiler (ESPAÑA)

Hasta 2011, la cifra había permanecido por debajo del 60%, según un informe del Consejo de la Juventud

 

Los jóvenes españoles están condenados a vivir en casa de sus padres. Apenas uno de cada cinco (el 18,6%) de quienes tienen de 16 a 29 años se había emancipado en el segundo trimestre del año. Una cifra que se ha ido reduciendo desde 2008, cuando alcanzó el 26%. Mientras, el esfuerzo que deben hacer para afrontar el alquiler ha ido en aumento. Si hace una década —cuarto trimestre de 2009— los menores de 30 debían pagar alrededor del 56% de su sueldo para poder permitirse vivir solos, ahora esta cantidad ha escalado hasta superar el 94%, según los datos del Observatorio de Emancipación, que han sido presentados este martes y elaborados por el Consejo de la Juventud, un espacio de participación que engloba a medio millón de jóvenes. El observatorio comenzó a estudiar estos datos en 2006. Desde entonces, nunca antes un joven había tenido que destinar tanto dinero de su sueldo para poder vivir solo.

 

Patricia Barcala tiene 24 años y es mileurista. “Me encantaría independizarme, pero es un gasto que no puedo asumir”, cuenta esta madrileña que trabaja desde hace un año en una consultora digital. Tiene un contrato indefinido, pero sigue viviendo con su madre. Lleva un par de años considerando el irse a vivir con su novio. “Hemos estado buscando pisos, pero es una locura. Los que están mínimamente decentes no bajan de los 1.200 euros. Y para los salarios de hoy en día, y sobre todo en la gente junior, los alquileres son altísimos”, se lamenta. Barcala critica las pocas facilidades que les dan a los jóvenes y compara esta situación con otros países en los que ha vivido, como Finlandia. “Allá todo es más caro, pero los sueldos van acordes. Lo de España no tiene ni pies ni cabeza”, zanja.

 

La tasa de emancipación es la más baja desde 2002. De 6,7 millones de jóvenes, solo 1,2 se han marchado de casa. Más del 81% continúan en el domicilio familiar. Si se atiende a la población de 25 a 29 años, de los dos millones y medio, solo 992.000 viven por su cuenta. Son el 39,5%, un 3% menos que el año pasado. Los datos del primer semestre de este año reflejan además un ligero retroceso respecto al semestre anterior. El estudio no analiza quién sufraga los gastos, se centra en dar las cifras de quienes ya no viven con su familia. Las mujeres se emancipan en mayor medida (el 22,5% de las menores de 30 se había ido de casa) que los hombres (14,8%). España sigue entre los países a la cola de Europa, según los últimos datos de Eurostat, de 2017. Los jóvenes se marchan de casa a los 29,5 años de media, frente a los 18,5 de Suecia. La media europea está en 26 años.

 

El estudio analiza las dificultades que afrontan los jóvenes que están trabajando. Y calcula el salario neto de la población de 16 a 29 años a partir de la Encuesta de Coste Laboral y de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Son 11.188,73 euros. Unos 932 al mes. Para determinar los precios de alquiler se basan en el portal Idealista. La mediana del coste de una vivienda de 80 metros cuadrados es de 880 euros mensuales. En base a ello, estiman cuál es la renta máxima tolerable para los menores de 30, es decir, el 30% de su sueldo, que en el documento se considera como el "umbral de sobreendeudamiento". Sostienen que ese umbral es de 279,72 euros, una cifra alejada de los precios actuales. Ni siquiera en 2006, durante la burbuja del mercado de la vivienda en España, el esfuerzo de los jóvenes había sido mayor. Al final del segundo trimestre de ese año, debían destinar el 73,9% de su salario, frente al 94,4% de ahora, una subida de más de cinco puntos respecto al segundo trimestre de 2018. Aumenta la brecha entre lo que pueden permitirse y la realidad del mercado.

 

Solo el 16% de la población emancipada vive sola. “Hasta finales de 2011, el coste de acceso al mercado libre de alquiler de una persona joven asalariada había permanecido por debajo del 60% de su sueldo”, se apunta en el estudio. Por primera vez, el observatorio calcula además el coste que supone compartir piso, la opción más viable para muchos de quienes se marchan de casa. Estiman el esfuerzo económico en las capitales de provincia y para el conjunto de España utilizando los datos del portal Pisos.com. De media, haría falta reservar el 30,8% del salario mensual para sufragar los gastos. Y en 21 capitales de provincia —entre ellas, Alicante, San Sebastián o Madrid— superarían el 30% del sueldo, un porcentaje que se considera equilibrado. En Barcelona necesitarían incluso más de un 40%.

 

“Lo que subyace es la precariedad de los jóvenes. No sirve de nada tener un empleo si es de menos horas de las que queremos trabajar o encadenamos contratos temporales, que no dan estabilidad”, lamenta María Rodríguez, vicepresidenta del Consejo de la Juventud. Tener trabajo tampoco es garantía de una mínima solvencia económica. Pese al descenso del último año, el 22,1% de la población joven ocupada está en riesgo de pobreza y exclusión.

 

Las cifras de emancipación están en retroceso, pese a que las económicas mejoran. El estudio, que también bebe de la Encuesta de Población Activa, pone de manifiesto que la población joven con contrato indefinido ha aumentado respecto al segundo semestre del año pasado (un 5,4%), que ha disminuido la temporalidad (en un 1,2%) y que también ha descendido la cifra de población sobrecualificada (en un 25%), es decir, quienes ocupan un puesto de trabajo que exige una formación curricular inferior. También baja la tasa de paro, hasta el 24,8%. Pero, aun así, en este último año se han firmado menos contratos indefinidos, los temporales siguen siendo un 55,3% y el 42,8% de los jóvenes están empleados en trabajos para los que es necesaria menos formación de la que tienen. "El dato relevante es el de la tasa de actividad. Suben los jóvenes inactivos, es decir, que disminuyen los que buscan trabajo, siguen pensando que no hay oportunidades", sostiene el sociólogo Joffre López, autor del informe.

 

El 59,2% de los jóvenes de 16 a 29 años emancipados optan por vivir en alquiler, según datos de 2018. El 11,6% vive en una propiedad totalmente pagada. El 17,4% tiene una hipoteca y el 11,8% en viviendas cedidas. En el observatorio se estudia también el coste de compra de una vivienda, teniendo en cuenta los datos publicados por el Ministerio de Fomento y atendiendo a los tipos de interés y el plazo de amortización. Y “analizando que son muy pocos” los que pueden permitirse comprar una casa. “Los obstáculos no proceden de los altos tipos de interés y los diferenciales que aplican las entidades financieras, como pasaba hace un lustro, sino de las garantías de solvencia que se exigen previas a la formalización de una hipoteca", según el estudio. En el segundo trimestre de 2019, el importe inicial de una cuota hipotecaria ascendería al 62,4% del salario neto de los menores de 30. El máximo de la serie analizada se alcanzó en el tercer trimestre de 2008, cuando los jóvenes debían destinar hasta el 97,2% de su sueldo a asumir la cuota.

 

“La baja emancipación no solo se explica por la precariedad. Esta es importante sobre todo de 25 a 29 años. Pero también influyen factores que van más allá de lo económico”, puntualiza Almudena Moreno, profesora de Sociología de la Universidad de Valladolid. “Las cifras son una tendencia que no ha variado tanto con la crisis. Los estudios demuestran que en España no hay un valor de la autonomía y la independencia en esta etapa de la vida como en otros países, aunque es cierto que en otros lugares de Europa sí tienen políticas de juventud más generosas”, añade. “Además, la cultura familiar aquí es muy importante”, sostiene Moreno.

 

Pero en el Consejo de la Juventud insisten en la precariedad. Y reclaman medidas para combatirla y para acabar con la imposibilidad de acceder a una vivienda. "Que se den incentivos a las empresas por la contratación indefinida de jóvenes, que se aumente el parque de viviendas públicas, que se limite el precio de alquiler o se nos den ayudas", reivindica su vicepresidenta. "Queremos emanciparnos. Si no nos vamos de casa es porque no podemos".

 

EL 23% SE VA DE CASA EN CATALUÑA, FRENTE AL 14% EN CANTABRIA

 

El descenso generalizado de la emancipación ha sido especialmente pronunciado en Cantabria, Canarias y Castilla y León, que ya eran, junto a Andalucía, las comunidades con menor volumen. Y en las "pocas comunidades en las que se ha registrado un incremento de cierto calibre (Aragón, País Vasco, Extremadura, Navarra y La Rioja) este se encuentra estrechamente vinculado al incremento de la población joven nacida en el extranjero y al saldo migratorio positivo", se explica en el informe.

 

Cantabria es el territorio con la tasa de emancipación juvenil más baja (14%) y Cataluña, con la más alta (23,1%). Pero el observatorio añade un matiz, al analizar también el movimiento de jóvenes entre provincias. El 10,2% de los jóvenes que han nacido en España residen en una provincia distinta a la de su nacimiento. "En comunidades como Castilla y León, que tradicionalmente registra unas tasas muy bajas de emancipación residencial, los jóvenes salen a emanciparse fuera del territorio, sobrepasando por ejemplo el número de jóvenes nacidos en la Comunidad de Madrid", se indica. El 23,1% de Cataluña pasaría a un 17,5% si solo se tiene en cuenta a los nacidos en esta comunidad. El 19,6% de Madrid se quedaría en un 11,2%. Castilla y León pasaría del 15,4% al 17,8%.

 

 


MARÍA SOSA TROYA - NOOR MAHTANI / El País

Página Web - 2019/12/17

Fuente: https://elpais.com/