La alcaldesa asegura que asume competencias del Estado y la Generalitat ante críticas de la oposición en el pleno sobre el Estado de la Ciudad
Estaba todo el pescado vendido, este viernes, en el pleno sobre el estado de la ciudad que celebra cada año el Ayuntamiento de Barcelona. De nuevo, y cada vez más cerca de las elecciones de junio de 2019, ha sido un todos contra Colau. La alcaldesa ha subrayado los logros e indicadores positivos de la ciudad y su gestión, que entiende que “cumple los compromisos”; y la oposición le ha leído la cartilla con los problemas de una ciudad que, en general, ven paralizada.
Colau les ha emplazado a “poner la ciudad por delante y dejar de lado el partidismo” en un pleno en el que el tema estrella ha sido la crisis de la vivienda que vive la ciudad. Se han encargado los grupos de recordar a la alcaldesa que llegó a la alcaldía precisamente por su lucha por el derecho a la vivienda como activista. Han salido los narcopisos del Raval, la burbuja del alquiler, la brutal lista de solicitantes de vivienda pública (59.000), el aumento de desahucios, de personas sin hogar, de asentamientos de barracas, los pocos pisos construidos... incluso han criticado el proyecto de viviendas temporales prefabricadas.
Colau ha estallado en la réplica y ha sacado pecho en la gestión en lo único que hay consenso entre los siete partidos: el acceso a la vivienda en Barcelona es un drama. La alcaldesa ha recordado que las competencias en materia de la vivienda las tiene la Generalitat y el estado. “Les estamos supliendo”, ha dicho, y ha disparado: “No me den lecciones, durante años [desde la PAH] nos hemos partido la cara y hemos arriesgado nuestro físico poniendo el cuerpo para parar desahucios. Y ahora estamos haciendo el máximo posible, que me hablen de vivienda de alquiler cuando durante décadas solo se ha hecho un 1%”.
La alcaldesa ha enumerado que el precio del alquiler lo desreguló el ministro socialista Miguel Boyer; el PP y el PSOE aprobaron el desahucio exprés y “ampararon a las socimis para que pudieran especular sin pagar impuestos”; el PP rescató a la banca... “Señores del PP, PDeCAT y PSC, ¿se dan por aludidos?”, ha espetado. Incluso ha lanzado un reproche a Ciutadans, a quien ha echado en cara que apoye al PP, “un partido corrupto que reduce en un 70% el gasto en vivienda”. “La Generalitat ha invertido 100.000 euros y nosotros 35 millones, que nos den las competencias y ya haremos nosotros políticas de vivienda”.
Las intervenciones de la oposición han sido duras, sobre todo la del jefe de filas del PSC, Jaume Collboni, socio de Colau durante un año. El socialista ha acusado a Colau de gobernar la ciudad “sin rumbo ni liderazgo, tapando vías de agua como con los pisos contenedor” y de haber “renunciado a transformar la ciudad”. El jefe de la oposición y exalcalde Xavier Trias ha hablado de una ciudad “paralizada” y ha criticado “anuncios estrella, cada día una rueda de prensa de cosas que no pasan” y el fomento del “decrecimiento”.
Desde Ciutadans, Carina Mejías ha pedido un “cambio de rumbo” para acabar con la “parálisis que vive Barcelona” y ha espetado a Colau: “Su soberbia se ha visto desbordada por su desesperación”. Por parte de ERC, Alfred Bosch ha calificado a Barcelona de “capital de los problemas”, y ha dicho que la ciudad “retrocede” y que Colau “pone en marcha el ventilador y reparte culpas sin reconocer errores”.
En opinión de Alberto Fernández Díaz, a Colau “Barcelona se le ha escapado de las manos”, y “recorta lo que no debe y no recorta lo que debe, como los desahucios”. Desde la CUP Eulalia Reguant ha pedido a la alcaldesa que elija entre hacer “una gestión amable de una ciudad escaparate o transformaciones profundas”.
Clara Blanchar / El País
Página Web - 2018/02/23
Fuente: https://elpais.com/