63 de las 103 viviendas llevan año y medio desalojadas por los movimientos de tierra de una ladera
Después de numerosos estudios y 25 millones de euros invertidos en el reforzamiento de la ladera derecha del pantano de Yesa, entre Navarra y Aragón, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha optado por expropiar dos urbanizaciones situadas en dicha ladera.
Esta medida afectará a 103 viviendas, la mayoría segundas viviendas, de las que 63 ya estaban desalojadas por los movimientos de tierra que se venían dando desde febrero de 2013 y que ponía en peligro la estabilidad de dichas viviendas. De hecho, fueron numerosas las grietas y desperfectos que en este tiempo han aparecido en los edificios y en las calles de las urbanizaciones.
A finales de 2012 se activó el Plan de Emergencia del embalse y se procedió a iniciar obras correctoras de emergencia. A primeros de febrero de 2013 se produjo un fuerte movimiento de tierra y se desalojaron buena parte de estas dos urbanizaciones. En julio de ese año se procedió a una segunda fase de las obras correctoras. En total, las distintas administraciones implicadas han tenido que hacer un desembolso de 25 millones de euros.
Estas obras dieron su resultado y desde el 30 de marzo «el movimiento global de la ladera de la margen derecha de la presa es imperceptible», según aseguró la Confederación Hidrográfica del Ebro el pasado 13 de junio.
Después de la decisión de expropiar las urbanizaciones, el Ministerio tendrá que redactar un modificado del proyecto que incluya el espacio que ocupan las urbanizaciones. Tal y como recuerda el Ministerio, posteriormente esta modificación «tendrá que pasar por el pertinente periodo de información pública antes de su aprobación». Y será en ese momento cuando se inicien los trámites de expropiación. La indemnización se calculará mediante el «justiprecio», anuncia.
La decisión del Ministerio ha causado sorpresa entre los afectados. En declaraciones a TVE, un vecino se quejaba de que tomaran esta decisión después de año y medio de obras. «Si nos hubieran advertido de que existía esta posibilidad, nos podíamos haber ido haciendo a la idea», aseguraba el vecino.
La sorpresa y preocupación es más evidente entre los vecinos que tenían estas casas como primera vivienda. De las 63 viviendas que llevan desalojadas desde febrero de 2013, nueve de ellas estaban habitadas permanentemente. Estos vecinos han sido realojados en casas del pueblo de Yesa, donde la Confederación Hidrográfica del Ebro se ha hecho cargo del alojamiento.
Protesta
Desde el comienzo del proyecto, hace décadas, numerosos grupos ecologistas y vecinales de la zona se opusieron al crecimiento del pantano de Yesa. Han sido numerosas las protestas y manifestaciones contrarias, aunque también está apoyado por las localidades que se verán beneficiadas por el incremento del regadío.
El pantano de Yesa cuenta en la actualidad con una capacidad de 446 hectómetros cúbicos y tras la finalización de las obras, ésta se triplicará hasta los 1525.
Las obras se iniciaron en 2001, aunque se han producido numerosos problemas. Primero en la ladera izquierda y en los últimos años en la derecha.
No obstante, el Ministerio asegura que «ha cumplido, en todo momento, con su responsabilidad a la hora de garantizar la seguridad en la zona de Yesa, aplicando la normativa vigente en materia de presas y siguiendo criterios técnicos en la ejecución y supervisión de las actuaciones».
PABLO OJER / ABC
Página Web – 2014/07/17
Fuente: http://www.abc.es