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Valor, ciencia y arte, claves para planificar ciudades inteligentes (COLOMBIA)

Expertos de Singapur e Indonesia señalan que si un gobernante promete algo, debe cumplirlo.

 

Medellín se convirtió, por tres días, en el epicentro donde alcaldes del mundo discutieron sobre la agenda global en cuanto a desafíos urbanos, prácticas de gobierno y confianza ciudadana durante el Foro de Alcaldes de la Cumbre Mundial de Ciudades 2019.Y uno de los temas que se discutieron fue el de ciudades inteligentes, algo en lo que Singapur y Yakarta (Indonesia) expusieron sus diferentes realidades.

 

De un lado, Singapur es un ejemplo de planificación urbana, además de ser considerada por el Foro Económico Mundial la quinta mejor ciudad del planeta para vivir.

 

De otro, la capital de Indonesia es la cuarta ciudad más poblada del mundo y la que más rápido se está hundiendo debido al calentamiento global, que, según estimativos, de seguir así para el 2050, la zona Norte habría desaparecido. Sin embargo, tiene un ambicioso plan para revertir la situación y convertirse en una ciudad 4.0.

 

EL TIEMPO tuvo la oportunidad de dialogar con Liu Thai Ker, planificador maestro de Singapur, presidente del Centro para Ciudades Habitables y quien junto con Anies Baswedan, gobernador de Yakarta, se refirió tanto a los logros como a los retos de sus territorios.

 

Según el Ministerio de las TIC, una ciudad inteligente “busca el confort para sus habitantes. Eso es lo básico de todo, y por supuesto está soportado en la interconexión de todos los elementos con los que usualmente ellos conviven”.

 

En el Foro de Alcaldes se indicó que estas urbes deben aplicar las tecnologías de información y comunicación (TIC) buscando ser sostenibles, amigables con el medioambiente y logrando una mayor eficiencia administrativa y accesibilidad a la información pública.

 

El cambio de Singapur

 

Según Liu Thai Ker, considerado ‘el padre de la planificación urbana’ de Singapur, en los años 70, tres de cuatro personas vivían en áreas de tugurio.

 

“Eso fue lo primero que hicimos, acabar con esas zonas, y con eso generamos confianza; eso es lo que deben hacer todos los gobiernos: ganarse la confianza de su gente con responsabilidades claras de los diferentes departamentos. Si se promete, hay que cumplirlo”, enfatizó el experto, quien aseguró que esta ciudad es la prueba de que es posible convertir una ciudad con problemas urbanos en una de clase mundial.

 

Pero, para lograrlo, se tiene que invertir en la construcción de infraestructura necesaria en lugares estratégicos y no en donde se pueda. ¿Cómo? Con confianza de los ciudadanos, dijo.

 

El arquitecto contó que el nivel de confianza de la población les permitió adquirir terrenos, públicos y privados, para llevar a cabo la materialización de la planificación urbana.

 

“Gracias a un plan maestro bien definido, logramos comprar terrenos privados para darles propósitos públicos, garantizando una compensación justa a los dueños de la tierra; eso incluyó también a las personas que habitaban en los barrios subnormales”, explicó Thai Ker, sintetizándolo en una fórmula que llamó ‘push and pull’ (presionar y halar).

 

Esto se logra creando nuevas infraestructuras en nuevos proyectos de vivienda que jalen a estas personas hacia un lugar con mejores beneficios y con una compensación justa. “Es algo fundamental lograr este balance, y es uno de los grandes logros de la urbanización de Singapur”, aseguró el experto.

 

Y, para él, ese es el error que se cometen en muchas ciudades, las cuales planifican con presunciones de que la tecnología puede resolverlo todo, sin considerar que la planificación debe hacerse de acuerdo con las necesidades de las personas.

 

“Parte del problema del calentamiento global es que cuando se planifican las ciudades, no se está pensando en cómo crear nuevos sistemas de transporte o impactos urbanos útiles, y se quedan con la dependencia tecnológica. Esa tecnología debe aplicarse es para tener más verde en las ciudades”, añadió.

 

Al preguntarle cómo crear un buen plan urbano, Lui Thai Ker lo hizo ver muy sencillo simplificándolo en tres palabras: valor, ciencia y arte.

 

“Valor, con un corazón humanista; ciencia, con una cabeza científica, y arte, con los ojos de un artista. Con estas tres palabras serás un excelente planificador urbano”, aseguró.

 

Por eso, su mensaje para las ciudades que buscan “ser únicas y hermosas” fue enfocarse primero en la funcionalidad antes que en la belleza.

 

“Si un cuerpo es saludable, puede ponerse la ropa más barata y sigue siendo hermoso y saludable. Pero si es un cuerpo enfermo, puede tener la vestimenta más moderna y cara del mundo y se va a ver feo. De nada le puede servir la tecnología a una ciudad mal diseñada. Entonces, primero funciona y luego viene la belleza; primero, diseño; luego, tecnología”, insistió.

 

Por ende, todos los proyectos que quieran crearse en una ciudad inteligente deben ajustarse al sistema ya predefinido.

 

Y eso fue lo que tuvo en consideración hace más de 50 años al realizar su trabajo en Singapur, por el que esta ciudad Estado se conoce como ‘la ciudad jardín’ o ‘ciudad verde de Asia’, en alusión a su mezcla de flora e infraestructura.

 

Otro de los consejos que entregó el experto es ver la ciudad como un abuelo que vigila a toda la familia. Sin embargo, explicó que no se le puede delegar al abuelo que cuide a todos los nietos, para lo cual se necesita a los hijos. Entonces, según el experto, para que funcione el sistema, el abuelo vigila a los hijos y los hijos, a los nietos.

 

“En las ciudades se hace lo mismo con las instalaciones. Por ejemplo, para salud se tienen hospitales especializados y generales, clínicas y centros de salud. Todo se planifica con el objetivo de reducir la dependencia para realizar largos viajes de los residentes sin perder tiempo de sus vidas en el camino. Este es uno de los principios básicos de la planificación urbana de Singapur”, dijo Thai Ker.

 

Los resultados no podrían ser mejores. Pese a la muy alta densidad de esta ciudad, el experto aseguró que no sufren de embotellamientos, pues se planificó una ciudad que utilizara metro y que todas sus instalaciones estuvieran distribuidas al alcance de la comunidad.

 

“El 80 por ciento de los habitantes utilizan el tren, lo que es una señal de un buen diseño, y cuando se tiene un buen diseño, no se tiene que depender tanto de la tecnología”, añadió.

 

Ese sistema metro MRT (Mass Rapid Transit) tiene alrededor de 170 kilómetros y su expansión prevé que hacia el 2025 tenga una cobertura estratégica de 275 kilómetros.

 

La longitud actual de este sistema es más del doble que el de Medellín, cuyas 10 líneas abarcan 73,52 kilómetros: 31,3 del metro, 12,02 de los metrocables, 12,5 de los metroplús, 13,5 de los buses padrones y 4,2 del tranvía.

 

Yakarta y su lucha

 

De otro lado, Anies Baswedan, gobernador de Yakarta, capital de Indonesia, contó la dura realidad que viven sus habitantes, pero también resaltó los logros obtenidos para evitar que, literalmente, la ciudad se hunda.

 

Esta ciudad cuenta con más de 10 millones de personas, número que se incrementa a casi 30 si se toma en consideración su área metropolitana.

 

“Tenemos un gran problema ambiental porque el 75 por ciento de la población se moviliza en vehículos particulares (hay 70 millones de unidades), y tan solo el 25 por ciento utiliza el transporte público. Buscamos una integración de este sistema, con un proyecto similar al que ha hecho Medellín”, aseguró el mandatario.

 

Otra de las afectaciones que tiene esta ciudad consiste en que al 40 por ciento de la población no le llega el agua potable, por lo que tienen que cavar pozos en sus propiedades para captar el líquido, lo que ha ocasionado una subsidencia del suelo que está hundiendo a esta ciudad. Según estimativos, Yakarta Norte se ha hundido 2,5 metros en 10 años, mientras que la ciudad completa lo está haciendo a un promedio de 1,15 centímetros al año.

 

Entre las acciones que están emprendiendo para evitar una catástrofe, Baswedan resaltó obras de infraestructura enfocada en peatones y ciclistas.

 

La meta que tienen para 2030 incluye pasar de 5,8 a 116 kilómetros en el sistema de tren ligero, de 16 a 223 kilómetros la línea del metro, de 231 a 2.149 kilómetros la de buses, además de modernizar 20.000 unidades de microbuses.

 

Asimismo, llegar al 100 por ciento de la cobertura de agua potable y alcanzar un 81 por ciento del manejo de aguas residuales, que actualmente está en el 14 por ciento.

 

“Tenemos que cambiar el paradigma que hay. Antes estábamos en el ‘top’ 4 de las ciudades más contaminadas del mundo; ahora, en el puesto 7, y la meta es salir del ‘top’ 10”, aseguró el gobernador asiático.

 

Para Baswedan, todas las ciudades deben buscar ser 4.0. Según explica, en las ciudades 1.0, los gobernantes son administradores; los ciudadanos, residentes, y la interacción entre ambos es de socialización. En las ciudades 2.0, los gobernantes pasaron a ser proveedores de servicios y los ciudadanos, consumidores, en una relación de consulta.

 

Luego llegaron las ciudades 3.0, donde los mandatarios son facilitadores y los ciudadanos, participantes. La tendencia 4.0 es que los gobernantes sean colaboradores y las personas asuman un rol de cocreadores, en una relación de mutua colaboración.

 

 


David Alejandro / El Tiempo

Página Web - 2019/07/15

Fuente: https://www.eltiempo.com/