Concurso para elegir el arquitecto del pulmón de la ciudad.
Con la apertura del concurso arquitectónico para elaborar los diseños del Parque Metropolitano Alma Viva, de Villavicencio, se inicia un proceso de reactivación económica en esta ciudad, por los efectos de la pandemia por Covid-19.
La obra, que tendrá un costo de $20.000 millones, se financiará con recursos propios de la administración de la ciudad, el recaudo del impuesto de plusvalía y un crédito de la banca de desarrollo territorial Findeter.
El alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, descartó que recursos provenientes de regalías petrolíferas sean usadas para cubrir parte de la construcción de la obra.
La construcción del proyecto, que se iniciará en el primer semestre del próximo año, estaría lista en menos de tres años y generaría un importante número de empleos, directos e indirectos, lo que permitirá mitigar la pérdida de empleos en esta región del país.
El parque es una iniciativa que busca crear identidad y construir una marca de ciudad que se convertirá en el símbolo de la Puerta del Llano y conservar el pulmón verde de la capital del departamento del Meta, en menos de tres años.
Este 10 de noviembre terminará el plazo para la inscripción al concurso, y el 30 del mismo mes se cerrará la recepción de las propuestas de los diseños y el 16 de diciembre el jurado calificador, con el acompañamiento de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), dará a conocer a los ganadores. El primer premio obtendrá un contrato para hacer el diseño en fase de detalle, el segundo recibirá cerca de $14 millones y el tercer puesto $7 millones.
Según Harman, además de su calidad, la obra garantizará un espacio público digno para los habitantes, por lo que generará identidad y arraigo en el municipio y el área de influencia.
En los últimos años, no hay antecedentes de un proyecto de esta magnitud en la zona, por lo que espera que concurra lo mejor de la arquitectura y el urbanismo colombiano.
Esto debido a que el Parque Metropolitano Alma Viva contempla un diseño de recreación pasiva, que permita vincular las riquezas naturales del Piedemonte Llanero a un escenario de infraestructura con memoria histórica y zonas comerciales, que garanticen la sostenibilidad de las instalaciones físicas y la zona ecológica.
Los jurados del concurso son Diana Weisner y Gloria Aponte García — expertas en paisajismo y docencia — y los arquitectos Alfonso Vegar, de España, Martín Rei Cano, de Argentina y Ángel José Eugenio Núñez de Velasco, de Colombia.
En el corazón de la ciudad
Se trata de un parque abierto, para lo cual se están buscando los canales y el vehículo que permita su funcionamiento. “Será un símbolo de ciudad que queremos poner al alcance de la gente, donde no habrá que pagar boleta para desconectarse del trajín de la ciudad en este pulmón de 21 hectáreas que están bañadas quebradas y un santuario de flora y fauna”.
Felipe Harman recalcó que la seguridad será vital y por eso se necesitan buenos vecinos. Se va a necesitar muchísimo empoderamiento ciudadano, porque los entornos seguros, más que por presencia de la Fuerza Pública se dan por el uso de los ciudadanos, y en la medida que estos lo usen, lo disfruten, garantizan un espacio mucho más seguro.
“Este es un ecosistema absolutamente de piedemonte y es un proyecto original en el país, mostrando lo que significa esa transición entre la Cordillera y el Llano. Este es un pedazo de dos cuencas de dos caños que vamos a conservar, por lo cual vamos hacer intervenciones mínimas en este corredor de biodiversidad, que se convertirá en una escuela abierta, por lo que el diseño se tiene que construir con ‘guantes de seda’, agregó el alcalde.
El Tiempo
Página Web - 2020/11/03
Fuente: https://www.eltiempo.com/