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La 'guerra' por el suelo que se libra en el barrio Los Olivos (COLOMBIA)

Alcalde Petro ordenó expropiarlo cuando privados ofrecían buenos precios a los dueños por casas.

¿Qué haría usted si tuviera una casa en la zona de Bogotá más apetecida por los constructores para desarrollar edificios de apartamentos de estratos 5 y 6, y justo cuando le van a pagar 520 millones de pesos por su propiedad llegara el Gobierno y decretara la expropiación y le ofreciera a cambio entre 40 y 100 millones de pesos por su vivienda?

Es la encrucijada en la que están 25 propietarios de Los Olivos, un barrio de estrato 2 ubicado en la carrera 1ª. entre calles 61 y 62, en medio del exclusivo sector de Rosales de la zona conocida como Chapinero Alto, en el norte de Bogotá.

El barrio nació como una invasión hace más de 50 años, y después de varias décadas de ‘guerrear’ contra la administración y de enfrentar muchos intentos de desalojo, en 1996 los ocupantes lograron que Planeación Distrital los legalizara (resolución 1126) y la mayoría obtuvo la escritura pública que los acreditaba como propietarios de los lotes sobre los cuales edificaron por autoconstrucción sus viviendas.

Al igual que sus vecinos de los barrios Bosque Calderón, Santo Domingo y Luis Alberto Vega –que ya no existen–, han enfrentado la presión de los urbanizadores que querían edificar proyectos inmobiliarios de estrato alto en la zona, pero por años se resistieron a vender porque lo que les ofrecían por las casas no les alcanzaba para comenzar de nuevo en otro sector de la ciudad.

En la medida en que pasaban los años, y nacían nuevas generaciones, en los Olivos fueron testigos de cómo su entorno se llenaba de edificios de estrato alto, donde los apartamentos se venden a 700 millones de pesos y más, y sus vecinos se iban de la zona, cada vez más valorizada.

En el 2012, una fiduciaria aceptó pagarles por lo que significaba vivir en la zona más exclusiva de la ciudad y su potencial de ganancia, por lo que representaban sus predios como solución de vivienda para familias numerosas y no por el avalúo del suelo.

Así, Myriam Páez consiguió que le pagaran 400 millones de pesos y con eso compró una casa en el barrio Bonanza y dotó de muebles las casas de sus hijos. “Esa plata ya la invertimos, ya no la tenemos, pero la calidad de vida nos cambió y mis hijos y yo estamos felices”, dice.

Edmundo Castro, el intermediario que negoció con las familias, confirma que se pagó en promedio a 2’500.000 pesos el metro cuadrado, pero el precio en cada caso fue diferente y no lo determinó ni el metraje del lote ni de la construcción, sino la cantidad de familias que vivían en cada punto. Negociaron con 67 familias, pero no todas alcanzaron a firmar escritura.

Ana Lucía Becerra, por ejemplo, que vive con sus cuatro hijos y sus nietos –en total, 17 personas– en una casa de tres pisos negoció por 520 millones de pesos, después de recorrer la ciudad y verificar que una vivienda para toda la familia no la conseguiría por debajo de 500 millones.

Pero no alcanzó a firmar escritura porque, estando en los trámites para vender, el alcalde Gustavo Petro declaró los 104 predios que conforman el barrio Los Olivos como de utilidad pública y ordenó su expropiación. Según Metrovivienda, se promoverá un proyecto, que incluirá vivienda de interés prioritario y viviendas de estratos 3 y 4 (vea nota anexa).

Lo mismo le pasó a Omaira Acosta, quien vive hace 35 años en una casa que hoy tiene cien metros cuadrados en tres pisos. “Un señor privado con una fiduciaria nos estaba pagando 4 y 5 millones de pesos el metro cuadrado y ahora apareció Metrovivienda y el alcalde y nos están pagando 350.000 pesos y menos el metro”, se queja.

Advierte que no le gusta la contrapropuesta del Distrito, que consiste pagar según el avalúo comercial de Catastro o entregarle una vivienda de interés prioritario o, eventualmente, dos para compensarla. “Soy una mujer que no tengo pensión ni otra entrada y vivo de mis arriendos. ¿Quién me va a reponer esos ingresos, que hoy son de 1’200.000 porque tengo arrendados tres apartamentos?, preguntó durante un debate que promovió el concejal Hosman Martínez para ventilar las quejas.

Natalia Valencia, directora de Operaciones Estratégicas de Metrovivienda, asegura que el Distrito decidió intervenir el barrio porque algunas familias no se querían ir de la zona. El 2 de julio del 2014 se declaró “la existencia de condiciones de urgencia, por razones de utilidad pública e interés social”, y se ordenó expropiar todos los predios del barrio Los Olivos.

Según la funcionaria, a la fiduciaria que les compró a los vecinos ya le expropiaron 40 predios, y están en marcha los procesos para expropiar 40 propietarios que siguen en la zona.

Los dueños de las casas se niegan a aceptar que la alcaldía les impida obtener por sus viviendas el precio que ofrecen los privados.

“No se imagina el abuso y la impotencia de saber que la casa ya con escrituras no es mía sino de un ente que abusivamente va a expropiarnos nuestras casas, es impresionante”, dice Natalia Ortiz, nacida en el barrio.

Y así, mientras en el vecindario (ver foto) en torres de 35 pisos se venden apartamentos a 700’000.000 y 800’000.000, en Los Olivos se resisten a aceptar que el trabajo de toda una vida quede reducido a una vivienda de interés prioritario, cuando los constructores están dispuestos a pagarles bien el suelo donde viven porque saben que es un negocio multimillonario donde lo que vale es lo que se puede construir.

Distrito justifica proyecto


Metrovivienda asegura que la Alcaldía ordenó expropiar 104 predios del barrio Los Olivos a raíz de la petición de 40 familias que no se quieren ir de la zona.

Afirma que en el sitio el Distrito promoverá un proyecto con vivienda de interés prioritario y de estratos 3 y 4, unas 200, que se comenzarán a construir este año. Natalia Valencia, encargada del proyecto en Metrovivienda, dice que 22 familias ya aceptaron la oferta de recibir vivienda en el futuro proyecto, aunque los vecinos son escépticos porque no han visto ningún documento.

La funcionaria afirma que el proyecto se hará por etapas, y empezará con viviendas de reemplazo para quienes se quieren quedar.

Advierte que se ofrece más de una vivienda para compensar las casas con varias familias, pero descarta que se paguen precios como los que ofrecen los privados porque se tienen que ceñir a la ley que ordena avalúos oficiales. Mientras se hace el proyecto se pagará arriendo a quienes se queden, a partir del inicio de la obra. Ya expropiaron unos 40 predios de la Fiducia privada que les compró a los vecinos y está pendiente tomar posesión de las casas de los que no alcanzaron a vender. Entre tanto, están tramitando las licencias del proyecto.

 


YOLANDA GÓMEZ / El Tiempo
Página Web – 2015/06/23
Fuente: http://www.eltiempo.com