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¿Cómo impactará la crisis a los planes de desarrollo de Medellín y Antioquia? (COLOMBIA)

 

Impacto profundo. No es una referencia a la película de Hollywood (1998) sino la previsión de las consecuencias que tendrá la actual crisis en los planes de gobierno de la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia en los próximos cuatro años.

 

El pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) esta semana fue demoledor: la caída de la economía global será de 3 % en 2020, la mayor contracción desde 1930.

 

Por eso los equipos del alcalde Daniel Quintero y el gobernador Aníbal Gaviria, como si se tratara de la película, buscan maniobrar el barco para alejarse del impacto del “cometa” que se aproxima.

 

El momento, si bien no es alentador, prevé la posibilidad de modificar sobre la marcha las rutas trazadas en los planes de desarrollo para el periodo 2020-2023, que están en su ajuste final antes de ser radicados en el Concejo y la Asamblea el 30 de abril (deben ser aprobados el 31 de mayo).

 

Según Alejandro Torres García, profesor del Departamento de Economía de Eafit, el escenario cambió con la crisis y ahora los gobiernos deben planificar un escenario con una economía golpeada.

 

“Las apuestas estratégicas tendrán que rediseñar los mecanismos de cobertura social y anticipar un plan de reactivación económica”, dijo.

 

Para la ejecución del plan de desarrollo de Antioquia, la Gobernación proyecta una inversión de $10,6 billones para el cuatrienio 2020-2023, mientras que el mismo ítem es de $18,2 billones en Medellín.

 

Redireccionar ingresos

 

Lo primero que la crisis afectará son los ingresos. En el caso de la alcaldía, los impuestos predial e industria y comercio representan el 21 % del total de ingresos del Municipio ($5,1 billones para 2016- 2019, según Medellín Cómo Vamos, MCV). El Municipio definió un alivio de tres meses, así que el flujo de caja se verá afectado.

 

Jorge Mejía Martínez, director de Planeación de Medellín, dijo que el Municipio tiene cierta tranquilidad respecto al comportamiento de los ingresos por la cultura de pago. “No hay desespero. Las finanzas están bien tratadas y la calificación fiscal es buena. Hay cierta holgura para pedir recursos. El impacto se va a sentir pero aún no sabemos en qué magnitud”, aclaró.

 

En el caso del crédito, según MCV, la buena noticia es que Colombia y Medellín han sido buenos deudores, no han entrado nunca en default (impago), con lo cual tendrán posibilidades de competir por recursos. La Alcaldía plantea en el Plan Financiero créditos por casi medio billón de pesos.

 

En cuanto a las transferencias de EPM, que representan un 25 % del total de los ingresos, se plantean transferencias por $6,5 billones. “La expectativa es que EPM, dado su compromiso con el Municipio, se mantenga dentro de estas expectativas, a través del uso de fondos propios y movimientos financieros que le permiten flexibilidad”, dijo MVC.

 

Por su parte, el anteproyecto del plan de Antioquia prevé $15,1 billones de ingresos corrientes, además de $2,2 billones de recursos de capital y $197.255 millones de otros, para un total de $17,3 billones.

 

Claudia García Loboguerrero, directora del Departamento de Planeación de Antioquia, reconoció que los entes territoriales tendrán una disminución en sus ingresos corrientes de libre destinación. “Algunos expertos han calculado que puede estar entre el 10 y el 50 %. Hemos modelado escenarios y es responsable contar que como no sabemos la fecha de la reactivación económica, tampoco podemos calcular ese impacto”, dijo.

 

En el contexto departamental, Proantioquia, en un informe de evaluación del plan de desarrollo, consideró vital continuar fortaleciendo el sistema de salud y la red hospitalaria, además de priorizar ayuda humanitaria, seguridad alimentaria y superación de la pobreza, algunas de las consecuencias de esta crisis.

 

Un “Plan Marshall” local

 

MCV propone un Plan Marshall criollo (iniciativa de Estados Unidos para ayudar a Europa tras finalizar la Segunda Guerra Mundial), donde la prioridad sea la reactivación.

 

Esto implica, precisó, una inversión local que permita mayores impactos en la creación de empleos de choque asociados a la construcción de viviendas, infraestructura y equipamientos, como dos ciudadelas universitarias, una cárcel para sindicados y 12 escenarios deportivos (propuestos en el plan de desarrollo).

 

El director Martínez explicó que los $18,2 billones de inversión en el cuatrienio están amarrados a coberturas y compromisos adquiridos, por lo que no queda mucho margen de acción. Sin embargo, añadió, están rediseñando el plan bajo una premisa de direccionamiento estratégico: los programas, componentes y líneas deben redireccionarse, primero, a atender los impactos sociales, económicos e institucionales; y, segundo, a la reactivación económica, una vez termine la pandemia.

 

Contó que pretenden hacer del plan de desarrollo una ruta de recuperación económica y social con énfasis en la innovación y la tecnología.

 

“La crisis implica políticas de adopción de empleo de choque. Por ejemplo, el metro de la 80 se debe convertir en el mayor generador posible de oportunidades de trabajo”, mencionó. Añadió otros frentes de obra pública como dos hospitales más (solo mencionó uno en el Norte), y dijo otros puntos claves que se incorporarán bajo la sombrilla de la idea del Valle del Software: modernización del aparato económico de la ciudad, formación del talento humano, mejora de la conectividad y estimulación de empleo masivo en el clúster de la moda.

 

Como ejemplos de reactivación, MCV mencionó experiencias de alcaldías anteriores que afrontaron crisis económicas, relacionadas con la construcción de viviendas de interés social (segundo gobierno de Juan Gómez Martínez, 1998-2000); y el Banco de las Oportunidades y la construcción de infraestructura deportiva (alcaldía de Alonso Salazar 2008-2011) que fueron clave para atacar el desempleo.

 

La concejala María Paulina Aguinaga opinó que la alcaldía de Quintero debe replantear proyectos como la continuidad de Parques del Río y enfocar la apuesta del Valle del Software en ampliar la conectividad para el teletrabajo y el tele estudio. “Hay que asegurar la continuidad de las clases ante el déficit de equipos de cómputo”, dijo.

 

Orlando Uribe Villa, consultor empresarial y exsecretario de Hacienda de Medellín, llamó la atención sobre tres aspectos: implementación de una política contracíclica con la obra pública como gran dinamizador; impulso a pequeñas y medianas empresas con créditos, bajo el liderazgo del Fondo de Garantías de Antioquia; y volver a solicitar al Gobierno Nacional que congele el pago de la deuda del metro, lo que habilitaría $60.000 millones anuales para inyectar a la economía (la región está pagando hoy 130 % de la cuota anual). “Debe sentarse el comité Empresa-Universidad-Estado para mirar alternativas, debemos sacar lo mejor de todos para configurar el plan de reactivación económica”, dijo.

 

Nicolás Posada López, director del Comité Intergremial de Antioquia, sostuvo que parte de la reconfiguración del rumbo debe incluir al turismo, uno de los más golpeados por la crisis. “Esta es la oportunidad de recuperar el turismo local. Se debe tejer una estrategia nacional. Es una oportunidad para incluir las subregiones”, anotó.

 

Oportunidad de Antioquia

 

García Loboguerrero dijo que para que la Gobernación mantenga los planes que tenía en marcha antes de la crisis necesitará apoyo del Gobierno Nacional. Dijo que con los $14,8 billones de los fondos (ver recuadro), sumados a los $44 billones que vendrían del FMI, se configuraría una bolsa de $58 billones. Explicó que el departamento aporta el 14,4 % del PIB nacional, tiene el 13 % de la población del país y 11 % de todos los municipios. “Si Antioquia pudiera acceder a esos recursos, a través de crédito, podríamos soñar con que los planes se puedan ejecutar. Hablamos de acceder al 13 % de esos recursos de esa bolsa, unos $7 billones”, dijo.

 

Afirmó que la parte sustancial del plan no cambia. “Nos propusimos cerrar las brechas y hoy eso es más vigente que nunca. Estamos evaluando la resiliencia del plan y también el énfasis en la reactivación económica entre 2021 y 2023 con el escenario pospandemia”, apuntó.

 

Mencionó además las apuestas macro para el sector salud, el agrícola, la soberanía y la seguridad alimentaria, las acciones para proteger el tejido empresarial y la priorización en la conectividad de las regiones. “Las crisis también se convierten en aceleradores de desarrollo”, aseveró.

 

Para el diputado Juan Esteban Villegas, los recursos de inversión se deben reorientar para estructurar un plan de choque que genere empleo con obras públicas, vías, reforestación y mantenimiento de cuencas. “Claro que los ingresos se verán afectados. Hay que ir evaluando su comportamiento real, es el reto”, dijo.

 

El profesor García afirmó que el departamento tendrá un margen de maniobra mayor porque aún no hay rastro de la covid-19 en 100 municipios. “Vamos a experimentar un comercio cerrado, esa es una oportunidad de autoabastecimiento para el sector textil y el agro. En esa economía cerrada estos focos pueden florecer”, concluyó.

 

Hay que maniobrar pronto para que, a pesar del impacto profundo, la región pueda salir lo mejor librada posible.

 

En Definitiva

 

Con recursos para inversión de $28,8 billones, los planes de desarrollo de Antioquia y Medellín para el cuatrienio 2020-2023 deben reconfigurarse para impulsar la reactivación pospandemia.

 

Contexto de la Noticia

PARA SABER MÁS LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO NACIONAL

 

El Ejecutivo implementó un primer paquete de medidas económicas para atender la crisis valorado en $14,8 billones: $12,1 billones que provienen del Fondo de Ahorro y Estabilización y $2,7 billones del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet). Estos recursos, justificó, no se requieren de forma inmediata y por eso el país tendrá tiempo de reaccionar pasada esta emergencia para reponerlos.

 

En el caso del Fonpet, según Medellín Cómo Vamos, los recursos que el Municipio aportó para el periodo 2016-2019 estuvieron cercanos a los $120.000 millones. Esta será una deuda —añadió la entidad— que adquiere el Gobierno Nacional con los entes territoriales, en un esquema donde todos los niveles de gobierno aportan recursos para la primera etapa de la crisis con el propósito de obtener liquidez.

 

 


Juan Diego Ortiz Jiménez / El Colombiano

Página Web - 2020/04/20

Fuente: https://www.elcolombiano.com/