En mayo, dos indicadores confirmaron que la gente quiere invertir, a pesar de la desaceleración.
El indicador de confianza del consumidor de Fedesarrollo reveló una mejoría en la disposición a comprar vivienda en abril en Cali, Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla y Medellín.
De hecho, se ubicó en un balance de 2,7 por ciento, 0,3 puntos porcentuales más respecto a marzo y 2,4 frente a abril del 2017. Muchos dirán: “¿Qué hay de novedoso en que la gente diga que quiere tener una casa o un apartamento, si es algo cultural y aspiracional para los colombianos?”. Y sí, es cierto. Sin embargo, la diferencia está en que al mirar reportes anteriores de Fedesarrollo esa posibilidad no estaba en las prioridades de las familias.
Entonces, ¿por qué cambió la intención de compra? Simplemente, porque se han hecho esfuerzos para atender, vía subsidio a la tasa, segmentos claves para el negocio. Desde los que adquieren vivienda de interés social (VIS) hasta los que buscan oferta en el rango medio.
En el primer caso, los indicadores no han mostrado cifras negativas. Y en el segundo, hay que ser claros, el despegue aún no se da, pero la expectativa está en que a partir del próximo semestre se empiecen a mover los 20.000 cupos para el subsidio a la tasa de la vigencia 2018 (hay otros 20.000 para el 2019). El estrato alto, por su parte, se mueve según la economía, y, por ello, va a media marcha.
Precios suben, pero moderan el ritmo
El segundo indicador determinante en la inversión fue el de los precios de la vivienda nueva en el primer trimestre del año. Según el Dane, aumentaron 6,39 por ciento respecto al mismo periodo del 2017, pero a un ritmo más moderado, si se tiene en cuenta, por ejemplo, que en el 2014 estaba en 10,2 por ciento, en promedio.
La tendencia es positiva, si recordamos que en una reciente encuesta de Galería Inmobiliaria, la mayoría de los entrevistados que adquirieron una vivienda dijeron que el precio había pasado a un segundo plano, y que lo importante era que les ofrecieran mejores condiciones de pago.
Con esa necesidad atendida por los constructores, con más plazo para cancelar la cuota inicial; por el Estado, vía subsidio a la tasa, y por los bancos, con la disminución de la tasa hipotecaria, la disposición a comprar volvió a la agenda familiar.
Ahora, solo falta que la petición de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) para que la continuidad de la política habitacional sea un hecho, por lo menos hasta el 2020. Se espera que la próxima semana haya anuncios en el Congreso del gremio en Cartagena, que será el último del Presidente Santos.
Gabriel E. Flórez G. / El Tiempo
Página Web - 2018/06/01
Fuente: http://www.eltiempo.com/