Un año y un mes tras la tragedia, el Gobierno comenzó a cumplir con la reconstrucción de las obras.
Hace 13 años, narra Marlén Ortiz, la violencia la obligó a dejar su vida en Puerto Caicedo, Putumayo, una población cercana a Puerto Asís. Huyó a Mocoa adonde unos familiares y con un bebé en brazos –y uno más que llegaría años después–, luchó con uñas y dientes para levantar una casa en el barrio Jordancito, a orillas de la quebrada Taruca.
En la capital de Putumayo esta mujer de 39 años trabajaba aseando viviendas o en lo que saliera, para sacar adelante a sus hijos, quienes hoy tienen 15 y nueve años. Sin embargo, la tragedia, que ya la había visitado, volvió en forma de avalancha y acabó con su hogar el 31 de marzo del 2017.
Palos, piedras, lodo y agua se embutieron en la madrugada a su hogar y lo destruyeron todo. Como pudo tomó a sus hijos y subió con ellos al segundo piso de una vivienda que no colapsó, los salvó pero en medio de sus esfuerzos por no ser arrastrados una roca afilada le alcanzó a lacerar un pie. Aunque ese día murieron 13 de sus familiares, no lo perdió todo: todavía tenía esperanza.
“Yo le pedía a Dios que me diera la fuerza para salir adelante con mis niños y que me ayudara con mi casita”, narró.
Esa trágica noche 398 personas resultaron heridas, 333 murieron y 76 desaparecieron. Muy cerca de donde vivía Marlén, en el barrio Los Pinos, Rosa Moya, una mujer de 73 años, tenía su hogar, fruto de décadas de trabajo. A ella solo se le salvó la nevera, el armario y el televisor.
“Yo compré el lote y hace unos 15 años construí la casa, ahí vivía con mi nieto y mi nuera. El día de la avalancha yo estaba en Villa Garzón por lo que me salvé”, cuenta la mujer, quien, a diferencia de Marlén, había perdido la esperanza. Creía que a su edad era imposible volver a levantar una vivienda.
Un año y 39 días después, estas dos mujeres que lo perdieron casi todo, ahora sonríen. Las lágrimas hoy son de felicidad porque tienen en sus manos las llaves y las escrituras de una casa nueva; de dos pisos, 64 metros cuadrados, tres habitaciones, cocina y un baño grande.
Ellas son dos de las 100 primeras familias damnificadas que desde ayer cuentan con un lugar donde rehacer sus vidas en Mocoa. Ahora su barrio se llama Sauces I y son vecinas.
El Ministerio de Vivienda, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD), el Ministerio de Defensa, la Gobernación de Putumayo y la Alcaldía de Mocoa hicieron posible esto gracias a una inversión de 21.077 millones de pesos en la primera fase de un proyecto que contempla la construcción de 1.209 Viviendas de Interés Prioritario en esta ciudad.
“Pese a las dificultades, esto es un hecho histórico. Acá llueve mucho, lo que complica las obras y hubo problemas con la adquisición de predios, pero estas casas se entregan con acueducto, luz, alcantarillado y dentro del casco urbano”, explicó el ministro de Vivienda, Camilo Sánchez.
Pero el renacer de esta población no es solo con viviendas nuevas. El megaproyecto de reconstrucción Ciudadela Los Sauces contempla, además de las 1.209 casas (de las cuales ya se entregaron las primeras 100), un megacolegio para 1.200 estudiantes, un centro de desarrollo infantil para 300 niños, una biblioteca pública, un búnker de la Fiscalía y una casa lúdica. Todo esto tendrá una inversión de $ 105.481’659.266 millones.
También, según explicó Carlos Iván Márquez, director de la UNGRD, este municipio ya cuenta con un sistema de alertas tempranas y se están adelantando los trámites necesarios para que el Ministerio de Ambiente, a través de un estudio, establezca cuáles obras de mitigación son necesarias.
“Esta región del país está actualmente en alerta amarilla, pero contamos con un plan de contingencia con una alianza local, regional y nacional para anticiparnos a cualquier eventualidad”, aseguró el funcionario, quien afirmó que el próximo Gobierno solo tendrá que darle continuidad al proceso, porque los recursos ya están asegurados.
Un día de fiesta
Con un sancocho comunitario, música y juegos infantiles, se llevó a cabo una jornada histórica en la capital de Putumayo. Ansiosos, los beneficiarios esperaban su turno para reclamar las escrituras de sus nuevas viviendas y reiniciar sus vidas.
“Yo nunca pensé que iba a tener un rancho, ya a la edad que tengo yo, para construir, empezar de cero, yo dije: ‘ya me quedé así’, por eso doy gracias a Dios y a quienes nos ayudaron”, dijo emocionada en la puerta de su nuevo hogar Rosa Moya.
En medio de la emoción, los beneficiarios no olvidaban a sus paisanos que todavía están esperando su turno, y pidieron a las autoridades acelerar la construcción de las viviendas que hacen falta.
Así va el plan maestro de alcantarillado
Con el objetivo de mejorar las condiciones sanitarias y ambientales del área urbana del municipio de Mocoa y facilitar el acceso sostenible al servicio de saneamiento, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio está ejecutando el Plan Maestro de Alcantarillado. Con este ambiciosos proyecto buscan llegar a 8.000 hogares con acceso nuevo o mejorado a la red de alcantarillado en el área urbana.
Para lograrlo, el Gobierno solicitó un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 30 millones de dólares, que ya fue firmado, y cuyo plazo para el desembolso será hasta por cinco años.
En este momento, confirmaron en la cartera, se está planeando la ejecución y está en proceso la estructuración de la Unidad Coordinadora del Proyecto del Ministerio de Vivienda.
Óscar Murillo Mojica / El Tiempo
Página Web - 2018/05/09
Fuente: http://www.eltiempo.com/