Al mediodía de hoy, las 8 familias que siguen alojadas en el Gran Hotel deben desocupar las habitaciones.
El primer baldado de agua fría les llegó el martes 13, cuando el Gran Hotel les comunicó que sólo hasta ese día la firma Vifasa CDO pagaría su servicio de alimentación, y el segundo les cayó el miércoles en la noche, cuando la misma firma les envió otro mensaje: este viernes deben desocupar las habitaciones del hotel, pues ya no les pagará más el alojamiento.
Para las ocho familias que aún permanecen allí, además de considerarlo un acto de "inhumanidad", la decisión refleja el incumplimiento de acuerdos. Según estos, la firma constructora "tiene la obligación de responderles a las familias no solamente en este proceso transitorio de arrendamiento, también en el desenlace final que den los estudios sobre el edificio", como lo dejó claro el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, el pasado 26 de abril, cuando la Alcaldía dio la orden de evacuar el edificio por registrar alto riesgo en sus estructuras.
Ese día, 280 familias que habitaban el complejo iniciaron el periplo a nuevos inmuebles en arriendo, a autoalbergues y a los hoteles Nutibara y Gran Hotel, cuyos costos asumió la constructora. Se pactó la suma de $650.000 por mes de arrendamiento para cada grupo familiar.
Pero con las últimas decisiones, la incertidumbre se apoderó de las familias afectadas. Ayer en la noche tenían junta de propietarios para decidir las acciones a seguir.
La vida dio la vuelta
Es una paradoja la que vive Gonzalo Flórez, quien pasó de habitar en su cómodo apartamento con cuartos separados para él, su esposa y sus dos hijos, a hacinarse en un cuarto con tres camas, en el que la ropa se pone a secar en la ventana y hasta para tomarse un café hay que salir a las calles del Centro. Aún así, pide que lo dejen quedar hasta el sábado mientras encuentra casa para trasladarse.
"Por $650.000 es imposible conseguir una casa similar a nuestro apartamento. Todos pasan de $800.000, $900.000 y hasta de $1"200.000", dice.
"Nuestro hijo Alejandro estudia de noche por La Floresta y tiene que venirse en bus, y el Centro es peligroso, le pedimos al colegio que lo suelte más temprano", anota María Cardona, esposa de Gonzalo.
Juan Manuel Álvarez, otro afectado, confirma que son unas 20 familias las que no han resuelto el problema del arriendo. En el Gran Hotel incluso hay una de 7 miembros.
"Vamos a definir unos representantes y marcaremos las acciones a seguir", expresó.
Con la decisión de CDO de no pagarles más la alimentación, la vida se les encareció. Por persona, en restaurantes, el costo es de $30.000 día.
Diego Restrepo, director del Isvimed, aclaró que su labor es de acompañamiento, pero la solución de los conflictos, por ser entre privados, sigue en manos de CDO y los propietarios. Sobre la posibilidad de que los desalojados del hotel quieran ingresar a sus apartamentos por la fuerza, aclaró que "la Alcaldía da una orden de evacuación, pero no le corresponde la custodia del edificio", es función de la inspección de Policía.
Este diario buscó la versión de CDO, pero no fue posible.
GUSTAVO OSPINA ZAPATA / El Colombiano
Página Web - 2014/05/16
Fuente: http://www.elcolombiano.com