Mayores ingresos en sus cajas registradoras, más proyectos ofrecidos al público, más obras iniciadas, más casas y apartamentos disponibles para atender la demanda y hasta más empleos. Así podría resumirse el balance de la edificación en 2013 en el Valle de Aburrá, el Oriente y el Occidente antioqueño, una región en la que se contabilizó la venta de 42.401 viviendas nuevas.
El dato es de Camacol Antioquia y frente a la facturación de 2012 significa un crecimiento del 6,2 por ciento en las unidades comercializadas.
Según el gremio constructor, el año anterior se sacaron a preventa planes habitacionales con 25.427 unidades, o sea un 7,8 por ciento más que en 2012.
La dinámica sectorial también se patentiza en el inicio de los trabajos, pues los proyectos que comenzaron a ejecutarse prevén el desarrollo de 25.842 unidades, entre casas y apartamentos. Cotejado con el registro de 2012 el crecimiento es allí del 7 por ciento.
El indicador líder que mejor desempeño tuvo fue la oferta de inmuebles, con 19.030 unidades; esto es, un 10,8 por ciento frente a las 17.710 unidades del 2012.
Pasar de las 22.000 unidades vendidas en un año es todo un récord para los constructores.
Vale anotar que entre 2008 y 2013 los empresarios de la construcción vendieron en el Valle de Aburrá, el Oriente y el Occidente antioqueño un total de 108.710 viviendas nuevas, lo cual arroja un promedio anual de 18.118 unidades.
Para un sector como el de la construcción, que tiene encadenamientos productivos con cerca de 30 actividades, pegar más ladrillos y ver a más hogares estrenando vivienda produce beneficios sociales.
Una parte la capta el Estado, a través de los impuestos que pagan los empresarios y los nuevos propietarios. Otra la percibe la sociedad a través de la generación de más puestos de trabajo.
Datos del Dane, citados por Camacol Antioquia, ponen de presente que de los cerca de 1,8 millones de empleos en Medellín y el Área Metropolitana, el 7,4 por ciento corresponde al sector constructor. El campeón indiscutido es el comercio, hoteles y restaurantes, con 29,5 por ciento, seguido de los servicios, con 21,7 por ciento y la industria, con el 20,6 por ciento.
No obstante, en el período junio-diciembre de 2013 la construcción fue la que más aumentó en términos porcentuales el empleo. Pasó 99.000 a 134.000 ocupados, para un incremento del 34 por ciento. Quien más se le aproximó fue el ramo de suministro de electricidad, gas y agua, con su aumento del 26 por ciento.
Si a la construcción se le adicionaran los puestos de trabajo de la actividad inmobiliaria, pasaría del quinto al cuarto lugar en el ranquin de los más empleadores.
¿Y el efecto Space?
El colapso de la torre 6 del edificio Space, en octubre de 2013, impactó negativamente las ventas de vivienda del último trimestre del año, un período que tradicionalmente es bajo en el accionar de las salas de venta. Pese a ello, el consolidado del año fue bueno y, según Galería Inmobiliaria, solo en Medellín y el Área Metropolitana se transaron 18.100 casas y apartamentos nuevos.
Así lo destaca Paulo Gómez Flórez, gerente regional de Galería Inmobiliaria, la firma que, desde 2003, monitorea el comportamiento de los indicadores de la construcción en esta sección del país. El analista reconoce que Space espantó inversionistas, incluyendo a compradores extranjeros que desistieron de hacer negocios a finales de 2013. Los más golpeados fueron proyectos situados en el área de influencia de la obra en la que se registró la tragedia que le costó la vida a 11 personas.
Sus datos indican que en el mes de diciembre, de 252 proyectos habitacionales censados, y que no son de interés social, 104 no vendieron una sola unidad. No obstante, el mercado parece haber asimilado esa tragedia, pues enero y febrero de 2014 han mostrado un repunte en las ventas. Particularmente las de enero fueron superiores a las de diciembre, con lo cual Gómez se aventura a decir que ese pánico provocado por el síndrome de Space ya pasó.
GERMÁN JIMÉNEZ MORALES / El Colombiano
Página Web - 2014/02/13
Fuente: http://www.elcolombiano.com