El 31 de octubre de 2013, casi tres meses atrás, el ingeniero civil Luis Gonzalo Mejía, especialista en estructuras de la Universidad de Karlsruhe, en Alemania, le presentó a la Alcaldía de Medellín resultados de una investigación que adelantó sobre el caso Space, en el que llegó a las mismas conclusiones que la Universidad de Los Andes.
Tras su investigación, a la que le dedicó jornadas diarias de 20 horas durante dos semanas, el ingeniero determinó que los errores de cálculo fueron los principales problemas de la urbanización Space, partiendo del hecho de que, "el edificio tenía menos refuerzos de los mínimos requeridos por la norma y que sus fundaciones eran insuficientes, porque las pilas estaban fabricadas con concreto adopeo, que es de baja resistencia".
Sin embargo, como no hay manera de apreciar esos problemas a simple vista, solamente aplicando operaciones matemáticas juiciosas se pueden evidenciar las fallas.
Un familiar de Mejía conforma la lista de propietarios afectados de la torre uno de la unidad Space. Recuerda Luis Gonzalo que "meses antes de que mi familiar comprara su apartamento en Space, hablé con Jorge Aristizábal —diseñador estructural y asesor de la empresa CDO— sobre la urbanización, porque me preocupaba que veía las columnas muy débiles", cuenta. "Pero él me garantizó que la obra cumplía las normas vigentes y, por tratarse de un colega de vieja guardia, le creí".
Luego de su investigación, Mejía concluyó que "en Space la búsqueda de la economía fue muy lejos, pues, aunque es natural que con los diseños se busquen soluciones óptimas y económicas, en ningún caso se puede disminuir la seguridad para aumentar la economía", dice el ingeniero.
Entonces, para evitar que las constructoras vuelvan a caer en tentaciones de ahorro como la descrita por Mejía, el Ministerio de Vivienda planea reformar las normas vigentes, y uno de los puntos de la propuesta, que pasará al Congreso en marzo, será la implementación de una póliza obligatoria que ampare a los propietarios de riesgos en diseños y construcción.
Esa iniciativa, en palabras de Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda —el gremio que agrupa las aseguradoras en el país— es conveniente porque "en la medida en que las aseguradoras empiecen a celebrar esos contratos y a conceder esos amparos, la calidad de los procesos de construcción, que en general hoy es buena, tendría que mejorar. Además, la segunda ventaja deriva en que el seguro es un mecanismo eficiente y rápido, y así las personas beneficiarias del mismo recibirán con prontitud las indemnizaciones a las que tengan derecho".
Acerca de ese producto, que en la actualidad no existe en el mercado, el viceministro de Vivienda, Guillermo Antonio Herrera, explica que "buscaremos que resuelva las garantías que tiene que resolver, sin poner barreras que dificulten el desempeño del sector de la construcción".
Silencio sobre el caso
En el informe preliminar de la Universidad de Los Andes, que fue presentado el lunes, los investigadores determinaron que la edificación "incumple las normas mínimas de sismorresistencia y sus diseños fueron concebidos sin atender los requerimientos básicos de capacidad de los elementos estructurales principales exigidos por la ley".
Teniendo en cuenta que la Curaduría Segunda le otorgó a CDO las licencias de construcción para este proyecto, El Colombiano intentó comunicarse con el curador Carlos Alberto Ruiz para conocer su posición frente al asunto, pero no fue posible contactarlo.
De igual manera, buscamos establecer comunicación con el gerente de la compañía CDO, Pablo Villegas, para consultarle si aceptará o controvertirá el informe de la U. de Los Andes, en el que se recomienda la demolición de las seis torres de Space, pero tampoco fue posible.
Acerca de este caso, el presidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, SAI, Diego Zapata, expresa que "solamente haremos un pronunciamiento oficial sobre el informe de Los Andes cuando conozcamos la totalidad del estudio, hayamos hecho una revisión juiciosa del informe y cuando hayamos escuchado a todas las partes involucradas".
PROTAGONISTA
ASESÓRESE ANTES DE COMPRAR
Una persona del común, que carezca de conocimientos académicos en ingeniería, no está en la capacidad de determinar si una construcción presenta fallas en sus diseños o en su estructura.
De ahí que, antes de invertir su dinero, la recomendación es solicitar la asesoría de expertos que puedan analizar los planos y establecer si la obra será ejecutada cumpliendo la normatividad de sismorresistencia.
EN DEFINITIVA
Solamente un experto en estructuras puede determinar si hay o no fallas en los diseños de una construcción. Por esa razón, antes de invertir, la recomendación es pedir asesoría a profesionales.
FERNANDA CAÑAS CAMARGO / El Colombiano
Página Web - 2014/01/22
Fuente: http://www.elcolombiano.com/