Medellín ha venido creciendo hacia las laderas, pero la clave para solucionar el déficit de vivienda está en la zona más cercana al río, que ha sido desaprovechada para uso residencial.
A esta conclusión llegaron autoridades y expertos que se reunieron en la mañana de este martes en Eafit, en el foro Vivienda y ciudad, organizado por el programa privado Medellín Cómo Vamos, el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam), de aquella universidad, y El Colombiano, en el contexto de la construcción del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que tendrá la ciudad en el segundo semestre de 2014.
Jorge Alberto Pérez Jaramillo, director del Departamento Administrativo de Planeación, enfatizó en que esta sociedad priorizó las laderas y aplazó el desarrollo de la parte plana. “Hemos postergado la ciudad interna, la del río, la de sistemas de transporte, y hemos asumido la expansión hacia los bordes”, comentó y añadió: “Si ejecutamos en 30 años la densidad de El Poblado, también somos capaces de construir una ciudad interna densa, compacta”.
Por ejemplo, el funcionario dijo que en el sector Pajarito, de San Cristóbal, el suelo pudo ser muy barato para construir, “pero ¿cuánto costó montar toda la infraestructura, que incluyó hasta metrocable? ¿No era mejor urbanizar cerca del río?”
El urbanista Daniel Carvalho Mejía, de Urbam, apuntó que en 2030 Medellín tendría otros 800.000 habitantes y en las áreas cercanas al río cabría el 60 por ciento de esta población.
Los expertos coincidieron en que el actual POT (Acuerdo 46 de 2006) restringe la construcción de vivienda en zonas adyacentes al río. “El sentido que hemos entendido era preservar la actividad económica industrial y su promoción de empleo como un asunto vital para Medellín. Pero ahora ha mejorado el empleo mucho con respecto al pasado. Es un buen momento para que la ciudad revise eso y avance en consolidar su apuesta por una urbe compacta, incluyente y más densa”, explicó el director de Planeación.
Indicó que el nuevo POT irá en sentido contrario. Es decir, promoverá y activará este suelo para la densificación urbana, con la vivienda como elemento sustantivo del hábitat, incluyendo vivienda de interés social.
El arquitecto consultor y docente universitario Juan Carlos García Bocanegra anotó que en el sector Ciudad del Río, por ejemplo, confluyen la industria y el uso residencial.
Este experto señaló que la ciudad tiene un déficit de unas 40.000 viviendas, de las que, estimó, 20.000 se podrían construir en el corredor del río y las otras 20.000 en macroproyectos del norte y el sur del Aburrá.
Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol Antioquia, afirmó que en Medellín solo está el 36 por ciento de la oferta de vivienda del área metropolitana. Agregó que en 20 años la zona de más valorización será la próxima al río.
Pérez Jaramillo insistió en que el nuevo POT, que regirá al menos durante los próximos 14 años, será solo un instrumento, pues lo fundamental para la transformación urbana está en la cultura de la ciudadanía y en que los dirigentes tengan pensamiento metropolitano, pues el desarrollo de Medellín está ligado directamente al de los otros nueve municipios del Valle de Aburrá.
“Hay que cambiar ese pensamiento de 'que vivan los pobres, pero que vivan bien lejos'. Acabar con el paradigma de que la vivienda de interés social tiene que ser en la periferia”, expresó.
Diego Restrepo Isaza, director del Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed), dijo que en el centro se pueden construir unas 4.000 viviendas de interés prioritario (VIP). No obstante, subrayó que el nuevo POT debe dejar claras las normas para edificar VIP.
JUAN CARLOS VALENCIA GIL / El Colombiano
Página Web - 2013/12/10
Fuente: http://www.elcolombiano.com/