De quienes permanecen en precarias condiciones, 23 lo hacen en el sector La Negra, de Alto Hospicio.
Cuando se cumplen cinco meses desde el terremoto del 1 de abril que afectó a la zona norte del país, Iquique aparece como una de las localidades más golpeadas por esta catástrofe. Así lo han sentido cerca de 35 familias que desde aquel día siguen viviendo en carpas.
De ellas, 23 lo hacen en el sector La Negra, de Alto Hospicio, específicamente en el campamento "La Negra Abandonada", como bautizaron al lugar debido a lo que aseguran "es un abandono de las autoridades". El resto de los damnificados que aún esperan solución lo hacen en la población Las Dunas I, en Iquique.
Precisamente en Las Dunas I, Marisela Zubicueta, junto a su esposo y un grupo de vecinos, viven desde el 1 de abril en una cancha del sector, donde han pasado necesidades y frío. "Aquí el viento no nos deja dormir de noche. Muchas veces nos hemos tenido que levantar para afirmar las carpas", relata la mujer.
Marisela señala que le anunciaron que el 5 de septiembre les darían una vivienda de emergencia en el mismo sector. "Vivíamos como allegados, y la situación en la que quedó nuestro departamento no nos permitió regresar ahí", afirma. Frente a ella, su madre tiene instalada una carpa, la que utiliza durante las noches o cuando comienzan a sentirse réplicas del terremoto de 8,2 grados Richter que sacudió la tierra en la zona norte a principios de abril pasado.
Una situación similar vivió hasta hace una semana Susana Durán Durán, quien permaneció 140 días residiendo en carpa en una cancha de una liga vecinal. "Nos entregaron una solución transitoria. Vivimos en una mediagua que tiene problemas de higiene, con roedores y baratas, pero es lo que nos entregaron. No podemos hacer más", se lamenta la pobladora.
Para el diputado Renzo Trisotti (UDI), el avance que ha habido desde el 1 de abril "es poco, lento, ineficaz, sin una estructura determinada, y, lo peor, aún no conocemos una estructura de planificación para superar la catástrofe. Es decir, no se han cumplido con las expectativas mínimas de la gente".
El parlamentario comenta que aparte de los problemas que viven los pobladores, existen dudas sobre el nivel de gastos de esta reconstrucción, valorados en $5 mil millones por las autoridades regionales. "Hemos recibido datos de adquisiciones y arriendos sobrevalorados, y a pesar de que hemos solicitado los antecedentes, estos no han llegado, por lo que los pedimos por Ley de Transparencia", asegura.
Ante dichos cuestionamientos, Julio Ruiz, el delegado presidencial para la reconstrucción, designado por la Presidenta Michelle Bachelet, dijo que los gastos han sido informados oportunamente a las autoridades políticas y a la ciudadanía a través de informes periódicos. "Incluso se han realizado diversas reuniones con los parlamentarios para explicar algunos temas o aclarar dudas, sin ningún problema. Ahora bien, si el diputado estima apelar a la Ley de Transparencia, está en pleno derecho de hacerlo, como todos los chilenos", señala Ruiz.
Desde la misma Delegación Presidencial, en tanto, afirmaron que el próximo fin de semana se espera entregar completo el barrio El Mirador. Este incluye 240 casas de emergencia, construidas con dineros conjuntos de la empresa minera Doña Inés de Collahuasi y el Gobierno.
Las soluciones de emergencia son de dos pisos, con 30 m2 construidos. Supuso una inversión de $2 mil millones.
Según cifras entregadas por la Onemi, en Tarapacá hubo 21.660 damnificados por los terremotos. De acuerdo con datos recogidos por la Delegación Presidencial, hubo 3.886 casas con daños menores, 1.546 con daños reparables, pero no habitables, y 752 que deben ser demolidas.
240
viviendas de emergencia serán entregadas el próximo fin de semana.
ALEJANDRO RONDÓN / El Mercurio
Página Web - 2014/09/02
Fuente: http://diario.elmercurio.com/