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Innovaciones simples y de bajo costo ayudan a afrontar de mejor forma una catástrofe (CHILE)

Convertir pallets plásticos en contenedores de agua o en una carretilla, un WC de cartón corrugado y una casa de emergencia que usa energía solar son algunos de los proyectos destacados en el área.


Los mismos pallets plásticos con que la Unicef envía las cajas de ayuda humanitaria pueden usarse para almacenar hasta 68 litros de agua en cada uno.

 

El invento, llamado AguaPallet, fue ideado por el matrimonio neocelandés de Moira y Shaun Craill, que pensaron en esta necesidad tras el terremoto que azotó a Nueva Zelandia en 2011.

 

Con pequeñas modificaciones, convierten estos pallets azules y huecos en contenedores apilables para agua. Al agregarles un par de ruedas, el AguaPallet se convierte en una carretilla.

 

Según el matrimonio Craill, estos pallets flotan cuando están vacíos y pueden usarse como una pequeña embarcación, como piso de mediaguas y, por su poco peso, unirse para formar una camilla de emergencia y hasta puentes.

 

Los pallets más baratos cuestan desde US$ 20, pero los de calidad rondan los US$ 50. Convertirlos en un AguaPallet con las ruedas tiene un costo de US$ 100.

 

AguaPallet es uno de los dos ganadores del concurso "First 72 hours" organizado por Unicef y Socialab, el brazo de innovación social nacido bajo el alero de "Techo" (el antiguo "Un Techo para Chile").

 

El concurso tuvo como objetivo idear soluciones para las primeras 72 horas tras una emergencia humanitaria, "respondiendo a las necesidades de los niños y sus familias durante estas horas cruciales en lo que refiere a salud, agua y alimento, energía, información y telecomunicaciones".

 

Participaron 278 propuestas de los cinco continentes. Los ganadores -que esta semana serán dados a conocer oficialmente por Unicef- recibirán US$ 15 mil, la mentoría de "Techo" para concretar el proyecto y el apoyo de Unicef Lab. Los integrantes de los proyectos seleccionados deberán viajar a Chile.

 

El otro ganador fue Instanet, una solución sueca que crea una red para celulares cuando las comunicaciones están caídas. Lo hace a través de pequeños nodos (antenas) que incluso pueden elevarse con globos, para dar mayor cobertura.

 

A través de ellos los usuarios en la zona del siniestro pueden hacer llamadas a los servicios de emergencia, pero además los operadores pueden ver en un mapa dónde hay un celular activo, facilitando la labor de rescate de posibles sobrevivientes.

 

Ingenio chileno

 

Los alumnos de Diseño Industrial de la Universidad Tecnológica Metropolitana participaron en la exposición de "Prototipos para utilizar en emergencias y catástrofes" que se realizó a principios de mayo. "Fueron desarrollados para cubrir necesidades reales en circunstancias de catástrofes, tales como las que se han vivido este año en el país", dice el profesor Tomás Cárdenas, quien dirigió los 15 proyectos que se presentaron.

 

Paula Moraga ideó un WC de cartón corrugado que tiene un dispensador de bolsas de basura para contener los desechos biológicos. "Es plegable y fácilmente transportable. Las bolsas de basura son para que los residuos se desechen en forma higiénica", dice la estudiante. Su creación soporta a personas de hasta 90 kilos y tiene una durabilidad de una semana.

 

Otro de los proyectos destacados es un chaleco que permite transportar 18 litros de agua potable cómodamente al distribuir el peso en forma equilibrada. Fue creado por la alumna Ignacia Morini.

 

En tanto, los alumnos de Arquitectura de la U. Técnica Federico Santa María crearon la Casa Fénix, una vivienda de emergencia que puede convertirse en definitiva. Consta de módulos: el primero a construir es el dormitorio, luego se le puede añadir el baño y la cocina, otro módulo con el comedor y un cuarto es una galería solar. Esta última dota a la vivienda de agua caliente, calefacción y energía fotovoltaica.

 

"Casa Fénix es una construcción que responde a la urgencia, pero mirando hacia la permanencia... si hay necesidad de trasladarla, se puede desarmar y volver a construir donde se desee", dice Nina Hormazábal, directora del proyecto.

 


Alexis Ibarra O. / El Mercurio

Página Web - 2014/05/21

Fuente: http://diario.elmercurio.com/