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Sustentabilidad y vivienda social, los temas clave en arranque de la Bienal de Arquitectura (ARGENTINA)

Conferencistas locales e internacionales hicieron foco en la gestión urbana y tomaron postura frente a las consecuencias del cambio climático.

 

Comenzó la XVII Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, el acontecimiento más importante para la disciplina del país. Un evento que reunirá hasta el viernes, en la Usina del Arte, 24 muestras, tres concursos y 40 expositores de todo el mundo.

 

“Es una fascinante experiencia la de saber lo que ocurre en todo el mundo, gracias a una larguísima lista de arquitectos que estarán presentes durante estos cuatro días, en un movimiento de ideas, obras, proyectos y visiones”, destacó Roberto Converti, miembro del comité ejecutivo, en la inauguración de la Bienal.

 

Diane Gray, una arquitecta estadounidense radicada en Barcelona especialista en gestión urbana, fue la encargada de brindar la conferencia inaugural. Durante la charla, reflexionó sobre los problemas a los que se enfrentan hoy arquitectos y urbanistas. “Este año, por un lado, celebramos el siglo de la Bauhaus y todo lo que significó el Movimiento Moderno para la arquitectura y, por el otro, nos damos cuenta que el colapso medioambiental es inevitable si no hacemos algo rápido”, diagnosticó.

 

“Las reglas están para romperse”, afirmó Gray y explicó que hoy más que nunca se necesita del espíritu contestatario de la Bauhaus para cambiar miradas y formas de planificar la arquitectura y las ciudades. Dentro de esta perspectiva hay temas globales que deberán atender los profesionales. Aspectos, como la salud, la mayor expectativa de vida, la sustentabilidad, el impacto del turismo o las nuevas formas de movilidad ya están modificando tipologías y formas de encarar los proyectos.

 

Luego, Daniel Becker recurrió a la historia de Buenos Aires para explicar algunos de los problemas con los que se enfrentan los urbanistas hoy. “Para explicarnos hacia dónde vamos, debemos pensar de dónde venimos”, afirmó. Su reflexión se inició con la primera fundación de la ciudad, fallida, al mando de Pedro de Mendoza.

 

El arquitecto Michele Mittmann, por su parte, enumeró acciones concretas, sencillas y puntuales para encausar el caos de tránsito de Florianópolis. Al sur de Brasil, en el estado de Santa Catarina, la isla que convoca a millones de turistas por año presentaba un déficit de planificación urbana que requería cirugía mayor. “El crecimiento fue gradual pero desordenado, el territorio disperso; y el presupuesto, escaso”, disparó Mittmann, secretario Municipal de Movilidad y Planificación Urbana de la ciudad. Las acciones partieron de una red conformada por el poder público, las universidades, empresas y entidades sociales y civiles. Con directivas estratégicas plantearon una Red de Espacios Públicos, donde el equipamiento urbano y la movilidad quedaron articulados.

 

Por otro lado, la comunicación visual contribuyó a ordenar el nuevo esquema y mejorar las conexiones. Mittmann se refirió al proyecto Puente Vivo, un proyecto que pretende recuperar el antiguo puente, que une la isla con el continente, y está en desuso hace más de 20 años.

 

Arquitecto e investigador, Mauricio Cárdenas Laverde explicó con detalle por qué el bambú es el material del futuro. Resistente, renovable y liberador de oxígeno, es la base de sus proyectos. “Si lo utilizamos en la arquitectura, ayudaremos a afrontar la crisis climática”, ponderó durante la exposición. “Absorbe carbono, libera oxígeno y se puede cosechar entre uno y cinco años, a diferencia de los 40 años que requiere un árbol de roble”, ejemplificó. Además, explicó que como crece en todos los continentes su utilización en la cadena constructiva creará nuevos mercados evitando cualquier tipo de impacto ambiental. Su “pequeña obsesión”, tal cual la definió, lo llevó a coordinar la puesta en marcha del Laberinto della Masone, en Milán, el circuito de bambú “más grande del mundo”, afirmó.

 

De padre boliviano y madre danesa, la arquitecta Elena Astrid Rojas sacudió al auditorio con su presentación sobre viviendas públicas en Copenhage. La normativa gubernamental exige que el 20% de las construcciones contemplen áreas luminosas y con las mejores vistas para vivienda pública. “No es vivienda social, nadie gana con su construcción, no forma parte de la oferta y la demanda. Es un programa que financia el Estado para uso público”, destacó la arquitecta que desde 2011 es gerente de proyectos de la Oficina de Arquitectura Vandkunsten. El estudio se especializa en estos proyectos donde la construcción de edificios de baja altura y alta densidad se materializan en madera terciada bajo un sistema de placas pre fabricadas. “Las viviendas combinan lo mejor de los edificios en altura y las viviendas suburbanas y se adaptan a las necesidades de sus habitantes. Las zonas comunitarias están pensadas para el desempeño de la vida social. Y forman parte del adn de nuestro estudio”, explicó.

 

La presencia internacional siguió con los españoles Felipe Josep Ferrando y Bet Capdeferro y con el finlandés Vile Hara. En esta edición la Bienal tomó como tema a la arquitectura escandinava. La presencia de arquitectos nórdicos continuará con Eva Johansson, del estudio sueco Tham & Videgärd y Jenny Osulsen, de los noruegos Snohetta.

 

Mañana miércoles, la Bienal abrirá con un panel dedicado al fenómeno del "overtourism", abordado por especialistas de Praga, Salvador de Bahía, Venecia, Quito y Buenos Aires. También estarán en el auditorio de la Usina los estadounidenses Vladimir Belogolovsky, Hana Kassem y Eran Cheny, el mexicano Felipe Leal, el francés Gaspard Pinta y el español Guillermo Vázquez Consuegra.

 

En la sala principal habrá un homenaje a César Pelli, conducido por Daniel Casoy, que presentará su libro “Arquitecto Argentino en el mundo” y que contará con las palabras de Axel Zemborain y Susana La Porta Drago, parte del estudio del tucumano en New Haven.

 

La Bienal incluye unas 20 muestras locales, como “La vivienda que viene”, en la que participan el BID, el Instituto de la Vivienda, el CPAU y el Ministerio de Obras Públicas de Santa Fe, la Muestra Maderario y el Homenaje a César Pelli. En el Nivel Salón Mayor, el último piso de la Usina hay un sector dedicado a la arquitectura nórdica; la muestra Brasil – Otras arquitecturas; y Buenos Aires con Ojos portugueses.

 

 


Clarín

Página Web - 2019/10/15

Fuente: https://www.clarin.com/