Está situado entre Julián Álvarez y Aráoz; fue usurpado hace tres semanas por 17 familias, que ayer fueron censadas; en el barrio dicen que aumentó el delito en la zona
Unas 17 familias residen ilegalmente, desde hace tres semanas, en un viejo edificio situado sobre la avenida Santa Fe, entre Julián Álvarez y Aráoz, en el barrio de Palermo. La Policía Metropolitana realizaba ayer un censo en el lugar, luego de que los vecinos de inmuebles linderos presentaron denuncias en la comisaría de la zona por la toma y por el incremento de hechos delictivos que, advirtieron, podría estar relacionado con la usurpación. Algunos de los ocupantes argumentaron en su defensa que hubo una persona que les ofreció alquilar el sitio.
Cuando el reloj marcaba el mediodía de ayer, un movimiento atípico comenzó a registrarse en una de las avenidas más importantes de la ciudad. Del edificio de Santa Fe 3577 entraban y salían agentes de la Policía Metropolitana. El lugar, que había permanecido cerrado durante algunos años luego de que una empresa funeraria inquilina dejó el inmueble, fue ocupado unas semanas atrás por varias familias. Un oficial de la Policía Federal custodia la puerta de ingreso desde entonces.
"Somos 17 familias, pero nos estamos conociendo acá. Yo vine porque una mujer me ofreció un contrato de alquiler, por $ 2800 mensuales, por una de las habitaciones", contó a LA NACION Juan Mendoza, que está residiendo en esa propiedad desde fines de agosto, según dijo, junto con su mujer embarazada y sus tres pequeños hijos.
Mientras el joven, de 21 años, permanecía en la puerta del edificio a la espera de más instrucciones de los inspectores policiales, a metros de él Leonardo, un vecino del barrio, y otro hombre comentaban: "Nos enteramos de la toma dos semanas atrás cuando vimos movimiento de la Federal. Hay un poco de miedo".
Comerciantes entrevistados por LA NACION dejaron entrever que en los últimos días se habían cometido en la zona más arrebatos y otros robos menores. "A un edificio le sacaron todo el portero, que era de bronce. Es vergonzoso", se quejó Leonardo.
Ante la consulta de LA NACION, voceros de la fuerza de seguridad porteña confirmaron que se estaba realizando un censo solicitado por orden judicial. Para ello, se les tomaron las huellas dactilares a los ocupantes y se les sacaron fotos.
Eduardo Rao, encargado de uno de los edificios linderos, indicó a LA NACION que varios propietarios del inmueble donde trabaja realizaron denuncias ante la seccional Nº 21 de la Policía Federal tras la toma del inmueble. "Vinieron de la nada, cortaron el candado y se adueñaron del lugar", dijo una mujer, que no quiso dar su nombre por temor a represalias.
Los vecinos también se mostraron preocupados por el estado de un petit hotel situado a la vuelta, en la esquina de Aráoz y Arenales. Un mes atrás el inmueble, que se encuentra actualmente en alquiler, fue ocupado por varias familias. "Hace una semana que los sacó la policía. Había un montón de chicos", aseguró un comerciante de la zona. La puerta de ese edificio estaba ayer cerrada con una cadena, según constató LA NACION.
La ocupación de edificios y casas ociosas es una problemática que crece en la ciudad, a la par de la toma de terrenos fiscales o baldíos, por las dificultades para acceder a una vivienda propia, o bien como mecanismo de presión para obtener beneficios sociales.
Según un informe del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la base de datos del censo de 2010, el 20% de las viviendas particulares está en desuso en la Capital.
Si bien, transcurridos cuatro años, puede haber variaciones, el mencionado trabajo destaca que de las 1.426.438 viviendas empadronadas en Buenos Aires, 288.564 estaban vacías.
"En los últimos 20 años las viviendas ociosas aumentaron más de nueve veces", concluye el informe.
VALERIA MUSSE / La Nación
Página Web – 2014/09/17
Fuente: http://www.lanacion.com.ar