Los créditos hipotecarios, en muchos casos, resultan insuficientes para adquirir la casa propia, según beneficiarios seleccionados en el plan. El acceso a la vivienda sigue siendo una materia pendiente pese a las modificaciones que se le hicieron al programa.
La oferta de vivienda y de financiamiento para el acceso al techo propio es todavía una asignatura pendiente en la Argentina. Lo fue para la gestión kirchnerista y lo es también para la administración macrista. El programa “Procrear Solución Casa Propia” pretende achicar el déficit habitacional. Sin embargo, el programa choca frente a un dilema: las dificultades para acceder al financiamiento y los montos que otorgan los bancos, insuficientes para llegar a una vivienda. Recibir un crédito hipotecario y un subsidio del Estado Nacional gracias a la línea “Casa Propia” no alcanza para las familias beneficiarias. Es que, la alegría y la ilusión que despierta la selección en los inscriptos poco a poco se diluye a medida que avanza la negociación del crédito con los bancos, según pudo constatar LA GACETA en varias entidades financieras.
La normativa del plan establece que una vez que se hace la selección por puntaje social, las personas deben comenzar la gestión del crédito con cualquiera de los 15 bancos participantes del programa. Desde la selección, los inscriptos tienen 60 días para presentarse en las entidades bancarias y cumplir con los requisitos de la línea de crédito que esta propone.
Analía y Marcelo, un matrimonio con dos hijos que reside en la capital tucumana y que fue seleccionado a fines de septiembre del año pasado, contaron que cuando empezaron a visitar los bancos para acceder al crédito, se encontraron con empleados desinformados sobre la reglamentación del Procrear. “No tenían fresca la información ni mucho menos. También notamos poco interés por ofrecer el plan. Todo fue muy a desgano”, agregaron.
Sumado a eso, explicaron que las entidades no les reconocían el 100% de la suma de sus ingresos; por ende, el monto que terminaban ofreciendo era mucho menor al que se estipulaba en el programa -créditos hipotecarios hasta $ 1,5 millón-. “Uno te daba $ 500.000, otro un millón y otro $ 800.000, de acuerdo a lo que consideraban que nos podían dar a nosotros en base a nuestro poder adquisitivo, aunque esto no era lo planteado. O sea, fue un obstáculo que no fue hablado”, marcaron.
Con respecto a los cálculos que hacen los bancos a la hora de determinar el monto a prestar, Marcelo resaltó: “hacen la discriminación de netos (de bolsillo) versus bruto. O sea cuentan lo que vos cobras en mano, y no lo que figura en el recibo de sueldo”.
Al disminuirse la cantidad de dinero que el banco entrega, la búsqueda de una vivienda queda condicionada. “En el centro, con $ 1 millón -por ejemplo-, alcanza sólo para un monoambiente”, comentaron. En cuanto a casas, por ese precio, pueden conseguirse unidades en barrios periféricos de la capital. “Si uno busca en San Miguel de Tucumán, tiene que ser en las afueras. Ahí las viviendas tienen de 10 a 20 años y no están en condiciones”, lamentaron.
Sin embargo, ambos destacaron que a pesar de las trabas, hoy el Procrear sigue siendo la opción más conveniente, ya que obtener un crédito hipotecario por otra vía es muy complicado.
El gerente de un reconocido banco con sucursal en la provincia, que prefirió no dar su nombre, reveló que esa entidad atendió a solicitantes que ya habían sido rechazados por otros bancos. Según opinó, el principal problema es que la gran mayoría de los beneficiarios no llega al ingreso mínimo requerido por las entidades y, por eso, muchos quedan sin créditos.
A nivel nacional
Esta situación no es exclusiva de la provincia. Estefanía Monke, profesora de Lengua y Literatura residente en Miramar, fue seleccionada para obtener un crédito en diciembre. Trabajando 14 horas como docente titular en una institución privada y 11 horas suplentes en un establecimiento público, su sueldo es de $ 18.000.
Según comentó, un banco porteño con el que tramitó el crédito no consideró ni sus horas como suplente -que suman alrededor de $ 8.500, la mitad del salario-, ni cuatro horas nuevas que titularizó en diciembre. Es decir, de $ 18.000, sólo le computaron $ 9.500.
“El banco no consideró mis horas suplentes para el Procrear, pero acto seguido me ofreció un crédito personal en el cual sí consideró la totalidad de mis horas”, remarcó con indignación.
“Me parece importante informar esta falencia en el sistema y la triste impotencia que siente una docente de este país. La ilusión y la maravilla del festejo con mi niño al recibir el mail seleccionado no la podremos olvidar jamás. Soñamos, lloramos, bailamos y nos abrazamos. Pero luego todo terminó. No puedo dejar de sentir el peso de esta injusticia”, lamentó.
Mientras tanto, muchos usuarios de la red social Facebook vuelcan su enojo -en la página oficial del Procrear- por las trabas que padecen al gestionar en los bancos.
“Por favor, soy beneficiaria que tuve la suerte de salir en la primera tanda, pero habiendo presentado todos los papeles requeridos sigo esperando respuesta de la adjudicación del préstamo. Eso fue en noviembre y aún nada. Estoy muy afligida”, escribió una beneficiaria de Santiago del Estero.
Otra seleccionada bonaerense, un tanto más molesta, preguntó: “¿qué hacemos con los bancos que no atienden los teléfonos y no responden los mails? Se nos pasa el tiempo y se nos acaba la paciencia. Me parece que esto es todo trucho, no quieren que compremos una vivienda. Dan muchas vueltas”.
La Gaceta
Página Web - 2017/01/31
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar