Empresarios señalan que hay un enorme potencial a la espera de que se recupere el financiamiento a largo plazo.
La vuelta del crédito hipotecario es la principal expectativa que sostiene a los desarrolladores inmobiliarios, hoy enfrentados a una coyuntura totalmente adversa, con profundas caídas en las ventas e inversores sumamente "fríos", a la espera de que se aclare el panorama electoral.
Damian Tabakman, titular de la Cámara de Desarrolladores Urbanos (CEDU) puso el tema del crédito como primer desafío indispensable para la reactivación del sector que los empresarios aún no ven en el mercado.
"Los inversores están muy sensibilizados, tienen caídas muy grandes, cuando hace un año y medio el panorama era muy diferente", dijo durante la presentación de un informe titulado "El impacto económico del desarrollo inmobiliario". Esta investigación estuvo a cargo de Sebastián Auguste, economista de la Universidad Di Tella, y fue hecho junto con la desarrolladora Eidico.
Entre las principales conclusiones, el informe mostró que el sector tiene un potencial mucho más alto en los países en desarrollo que en los desarrollados, "porque suelen suplir fallas del mercado y del propio Estado, como por ejemplo a través del desarrollo de infraestructura (calles, red de agua, gas y tendido eléctrico, entre otras cosas)", según Auguste. En resumen, el negocio tiene un mayor potencial para generar valor agregado, dijo.
"De acuerdo a un cálculo hecho en 2018, la inversión acumulada en infraestructura correspondiente a los proyectos que llevan a cabo las empresas que componen la CEDU, asciende a más de U$S 800 millones. Esto, sumado a la falta de crédito hace que también muchas veces los desarrolladores tengan que proveer servicios financieros, es decir, cumplir más roles que sus pares de otros países más ricos para que la actividad sea exitosa", explicó.
Otro foco del informe fue destacar el efecto multiplicador de la actividad. "El desarrollo inmobiliario estimula la economía de manera indirecta, a través del impacto en el valor agregado de la compra de bienes y servicios", explicó Auguste, en la reunión, que se realizó en el hotel Tango, de la avenida de Mayo.
El economista también se refirió al impacto en el fisco y en el empleo. "Si tomamos como ejemplo a Eidico, un típico proyecto de la empresa de 250 lotes requiere más de 100 personas distintas para las diferentes labores de infraestructura y 8 empleados administrativos durante la duración de la obra ,en dos años y medio", detalló.
"En la parte de obra civil se estima que la construcción de las casas genera casi 1200 puestos de trabajo. Y si esto lo trasladamos a todos los desarrollos en curso a 2018 de las empresas que componen la Cámara de Desarrolladores Urbanos (CEDU), la mano de obra empleada total es de más 6000 personas. Si se considera la mano de obra a contratar, esta cifra asciende a 20.339 personas", mostró el analista en una filmina.
Lo escuchaban en el panel, además de Tabakman, Issel Kiperszmid, dueño de la desarrolladora Dypsa, y vicepresidente de la CEDU, quien ahora está desarrollando un hotel y residencias en Agrelo, la zona de Vaca Muerta. También, Iván Kerr, el secretario de Vivienda de la Nación, y Patricio Lanusse, director de Eidico, entre otros.
NATALIA MUSCATELLI / Clarín
Página Web - 2019/07/18
Fuente: https://www.clarin.com/