La industria de la construcción es uno de los motores más importantes de la economía, por su capacidad expansiva, la gran cantidad de rubros e industrias que moviliza y su fuerte impacto de inversión. En épocas de incertidumbre, suele ser también un refugio, se sabe que invertir ahorros en ladrillos es siempre seguro.
Sin embargo, en los últimos tiempos, lo que primero fue una desaceleración se transformó en un estancamiento, y según los últimos números habría comenzado la etapa de la baja en la actividad. Los números oficiales comienzan a reconocer algo que en los sondeos privados ya se marcaba. La consultora Noanomics, por ejemplo, midió que el consumo de cemento en la provincia de Mendoza ha caído un 1,2% con respecto al año 2013; en quince provincias argentinas los números son negativos. Aun para el Indec, la construcción cae el 2,3%, mientras que otros han estimado la baja en un 4,6%; en tanto, las ventas de cemento se redujeron en 3,6%.
Pero el problema parece tener otros condimentos. Según Alfonso García, titular de una constructora en San Rafael, "hay un problema de abastecimiento. A varias empresas les entregan poco". También remarcó que varios artículos específicos de la construcción han sufrido aumentos muy grandes, como el PVC, que ha elevado sus precios en alrededor de un 70%, mientras que la grifería ha sufrido alzas aún más elevadas.
Además, García señaló el problema crediticio, aclarando que los sectores medios no tienen acceso por el altísimo costo financiero, que estimó en un 80%. La ausencia de crédito sólo deja margen para encarar obras con ahorros u otras fuentes de financiamiento, pero el crédito es esencial para el rubro.
Esto también genera un problema de desempleo, que se hace notar fuerte en el sector. Según confió un constructor, cada día están recibiendo en sus obras entre 7 y 10 currículums de gente que solicita empleo, y hace un tiempo el gremio contabilizaba en San Rafael alrededor de 500 desempleados, situación que esperaban tuviera remedio a partir de los planes de vivienda y el Procrear.
No obstante, desde algunas opiniones también se indicó que habría cierta especulación, especialmente en las cementeras. La falta de entrega del material, que paraliza todo, se debe a que frente a la incertidumbre prefieren esperar algunas certezas y pueden darse el lujo de retener stocks para presionar o ver qué pasa. Un profesional de la construcción señaló que el hierro ha subido tanto que, si un comprador de divisas hubiera invertido en él, hubiera ganado más que con el dólar.
Además de la incertidumbre que frena el sector privado, sobre todo a partir del cepo cambiario que ha impactado fuerte en el mercado inmobiliario, la obra pública también ha tenido un parate significativo. Hace meses ya que el Estado anunció la detención de muchas iniciativas, desde que se discutían las pautas de endeudamiento del presupuesto. En Mendoza, al mes de julio, la inversión en obras públicas bajó cerca de un 18,2% con respecto al mismo período del año pasado.
Diario San Rafael
Página Web – 2014/10/29