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Rentar una vivienda de tres dormitorios y dos baños en el Centro de la Florida a un precio asequible, en una zona de clase media, es para algunos hispanos un dolor de cabeza, literalmente.

 

Cada vez es más común ver familiares, amigos y en algunos casos hasta desconocidos compartiendo el arriendo mensual para poder vivir cómodamente en un área segura.

 

"No hay de otra, los salarios se mantienen igual y el costo de vida sube y sube. La renta está carísima", expresó a La Prensa Martín Suárez, de Kissimmee, cuyo oficio de lunes a viernes en una tienda por departamentos le alcanza para vivir de "cheque a cheque".

 

Rosita Acuña, de Orlando, relata que aunque por años la palabra más trillada fue 'forclosure' ahora también es 'roommate' o compañero de alquiler.

 

"Tengo un hermano que está viviendo con otra hermana mía, porque perdieron su casa. La renta está por las nubes, estuvimos buscando en Orlando y Kissimmee y alquilar una vivienda es mucho más de $1,000 al mes. Por un apartamento de un cuarto piden mucho más de $800 al mes. No se puede pagar algo así".

 

Las anécdotas de estos hispanos son el pan nuestro de cada día. De acuerdo con el más reciente informe de The Urban Institute, una organización no partidista y de investigación, el Centro de la Florida es una de las zonas con peores oportunidades de arriendo a un precio módico en Estados Unidos.

 

El estudio, que ahonda sobre el fondo de la crisis de alquiler de vivienda de 2012, reveló la dura realidad que enfrentan las familias de bajos recursos para encontrar un techo, especialmente los latinos.

 

Por cada 100 hogares de ingresos extremadamente bajos (ELI, por sus siglas en inglés) en el Condado Orange hay 13 unidades de vivienda disponibles, indica el informe.

 

Con una población de 1,202,234 y 36,927 viviendas de alquiler; hay 4,881 unidades disponibles accesibles.

 

En el Condado Osceola por cada 100 hogares ELI hay 4 disponibles; en Seminole, 22.

 

"Muchos estadounidenses luchan para pagar un lugar decente y seguro para vivir en el mercado actual. En los últimos cinco años los alquileres han aumentado, mientras que el número de inquilinos que necesitan una vivienda de precio moderado se ha incrementado también. Estas dos presiones hacen el encontrar una vivienda asequible aún más difícil para los hogares muy pobres en América", coinciden Erika Poethi y Graham MacDonald, autores del mencionado reporte 'Housing Assistance Matters Initiative'.

 

En el Condado Orange, el ingreso anual de un hogar de cuatro miembros ganando menos de $17,450 es clasificado como ELI. Este término ELI es definido por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Humano (HUD) de la nación para hogares con ingresos del 30% o menos del salario mediano promedio del área.

 

Al menos el 16% de la población de Osceola vive en pobreza y 22% son menores de 18 años que viven por debajo del nivel de pobreza, según un informe de menores sin hogar en Osceola.

 

No es casualidad que muchas familias que perdieron sus casas, o sufrieron la pérdida de empleo o ingresos, estén viviendo pagando un promedio de $ 200 por semana en moteles.

 

Laura E. Royer, gerente de Ciencias del Consumidor, Asistencia de Vivienda, Extensión de Familia y Facultad de la oficina de Servicios de Extensión en Osceola, hizo un llamado urgente a los hispanos a informarse y ser parte de las charlas locales o llamar a su oficina que cuenta con programas de ayuda, recursos y hasta consejeros bilingües, sin costo alguno, para conocer a fondo sus posibilidades, según sea su caso.

 

"Muchas veces los hispanos no saben en quién confiar, sea por sus datos personales y la información de su situación personal. Otras veces desconocen los recursos disponibles, y hasta el miedo, que en ocasiones los paraliza en una situación como la de embargo hipotecario, por ejemplo. Deben tomar acción lo más pronto posible, hay solución", dijo la ejecutiva.

 

Al mismo tiempo, dijo que cada situación financiera o de vivienda es individual, por lo que cada persona debe buscar la ayuda dependiendo de su caso.

 

Deisha Rodríguez, asistente del Programa de Finanzas de la Universidad de la Florida de la Oficina de Servicios de Extensión en Osceola, explicó que aún existen programas de ayuda federal que podrían ser muy beneficiosos para todo aquel que califica.

 

Esta entidad ofrece asistencia sobre primeros compradores, derechos de los arrendatarios y embargos hipotecarios, entre otros.

 

 


CECILIA FIGUEROA / La Opinión

Página Web - 2014/03/13

Fuente: http://www.laopinion.com


Las dos estructuras que quedaron en ruinas tenían más de cien años


Por lo que se sabe hasta ahora, el colapso estructural de los dos edificios en East Harlem fue provocado por una explosión de gas de una cañería maestra subterránea. Esta cañería es de hierro colado y data de los 1880s; esto es indicativo de un problema mayor: la vejez de la infraestructura de Nueva York, problema que no ha sido atendido adecuadamente en mucho tiempo.

 

Las explosiones de gas se producen porque hay una fuga que se acumula en algún espacio cerrado, como un corredor o un sótano. El agregado de un detonante, una chispa, causa la explosión.

 

Ambos edificios tenían más de cien años. Toda construcción de esa antigüedad —que abundan en Nueva York— requiere cuidado y mantenimiento extra. El Departamento de Edificios de la municipalidad es el responsable de certificar el estado de cada edificación; la repartición cuenta con un plantel idóneo de inspectores, arquitectos e ingenieros, que hacen un control riguroso.

 

Los edificios aledaños fueron construidos más recientemente, y su estructura logró soportar el siniestro. Ahora vendrán inspecciones para determinar si los residentes de esos edificios pueden retornar a su hogar.

 

Historial de quejas


La misma mañana de ayer, antes de la tragedia, hubo una queja dirigida al NYC Buildings de que el edificio temblaba, y minutos antes del desplome se reportó un fuerte olor a gas. No era la primera vez que los vecinos protestaron.

 

El 14 de junio de 2013, inquilinos del Apt. 2 en el 1646 de avenida Park. se quejaron a la Autoridad de Vivienda de grietas en las paredes y en el techo. Los inspectores reportaron 13 violaciones, incluidas falta de detectores de humo y monóxido de carbono y salidas de emergencia bloqueadas.

 

En junio de 2013, fue expedido un permiso del Departamento de Bomberos para instalar una nueva red de gas en el 1644 de la avenida. No se sabe si el trabajo fue completado o si el Departamento de Bomberos inspeccionó la obra.

 

Registros del Departamento de Edificios, de 2008, muestran que la parte trasera del mismo edificio “tenía grietas verticales que son peligrosas para la seguridad de la estructura.” No se indica que hubieran sido arregladas.

 

 


WARREN A. JAMES / La Opinión

Página Web - 2014/03/13

Fuente: http://www.laopinion.com


Más de tres millones de hogares en Nueva York pagaron por su residencia más del 30% de sus ingresos.


Nueva York — Tener un techo, en propiedad o alquiler, es cada vez menos asequible para los neoyorquinos.

 

Las cuentas son simples y dolorosamente claras. Los ingresos de las familias, sobre todo de clase media y baja, han caído y cada vez dan menos de si para pagar unas viviendas que no hacen más que subir de precio en prácticamente casi todo el estado.

 

El hecho es que más de tres millones de hogares pagaron por su residencia más del 30% de sus ingresos, un porcentaje que marca la línea divisoria entre lo que es asequible y no lo es en términos de vivienda. Peor aún, de esos tres millones, la mitad pagaron más del 50% de sus ingresos para cubrir los costes de su casa o apartamento.

 

Son datos que recoge el contralor, Thomas DiNapoli, en un informe publicado ayer y que se basa en cifras del censo (PDF) correspondientes a 2012.

 

De acuerdo con estas, desde 2000 hasta 2012 los ingresos medios de quienes tienen una vivienda en propiedad han caído un 1,6% y los de aquellos que las alquilan se han reducido en un 7.1%.

 

Mientras tanto, el precio de las casas ha ido por el camino contrario.

 

Y es mucho más grave para quienes pagan alquiler ya que los incrementos de la renta han sido de un 18.6% mientras que los costos asociados a la propiedad (beneficiados tasas de interés históricamente bajas) han subido también pero menos, casi un 10%. Los impuestos a los bienes raíces se han incrementado un 12.3% en el estado y han jugado un importante papel en esta apreciación de costes.

 

No es descabellado pensar que estas cifras se hayan acentuado en 2014 dado que los precios del pie cuadrado en casi todo el estado y de los alquileres han crecido muy notablemente en los últimos meses sin que la media de los salarios se haya incrementado. El mercado laboral aún está curándose las heridas dejadas por la Gran Recesión de 2007-2008 y no hay presión al alza para los salarios.

 

Así, y según las cifras de DiNapoli, desde el año 2000 hasta 2012 los hogares que están pagando un alquiler que cuesta más del 30% de sus ingresos han pasado de ser el 40.5% a sumar el 50.6% del total. En el caso de quienes tienen su casa en propiedad, el porcentaje también se ha incrementado casi ocho puntos porcentuales (ver ilustración).

 

Para quienes alquilan, la peor relación de subida de costos se ha dado para aquellos que residen en el condado de Bronx.

 

Hasta el 57.6% de quienes pagan la renta mensual en esta zona tienen que dedicar más del 30% de sus lo que ganan a ello. Le siguen el condado de Greene (una zona rural en el norte del estado), Ulster, Rockland, Orange, Suffolk, Putnam, Moroe, Queens, Westchester y Nassau.

 

En el caso del condado de Nueva York (Manhattan) aunque los costes de la vivienda son de los más caros del país, los ingresos, como media, son algo más elevados por lo que está entre uno de los lugares con menor proporción de inquilinos con problemas de asequibilidad.

 

El contralor dice que esta "tendencia desafortunada tiene implicaciones negativas tanto para el crecimiento económico como para la calidad de vida de los neoyorquinos".

 

"Cuando la mitad de los ingresos se destinan a pagar el lugar en el que se vive, uno va a apretarse el cinturón en otras necesidades diarias", explica DiNapoli en un comunicado.

 

La realidad es que cuando falta vivienda asequible en el estado, las empresas encuentran complicada la labor de contratar y retener empleados si estos tienen dificultad para pagar un lugar en el que vivir o tienen que hacerlo intentando hacer equilibrios sobre un presupuesto asfixiado por el alquiler o la hipoteca.

 

 


ANA B. NIETO / La Opinión

Página Web - 2014/03/10

Fuente: http://www.laopinion.com


Nueva York-- El sueño americano, que en una de sus manifestaciones significa ser propietario de una vivienda, es más difícil de hacer realidad para los latinos y los afroamericanos que para el resto de la población.

 

Ambas minorías solicitan menos hipotecas para comprar casas pero la realidad es que las probabilidades de que las entidades de crédito se las concedan es también menor.

 

Según un reciente estudio de Zillow, la base de datos de bienes raíces, junto con la National Urban League, a los latinos las entidades les niegan hipotecas convencionales 1.98 veces mas que a la población blanca no hispana. En el caso de los afroamericanos, este ratio es de 2.4 veces más.

 

Los datos que usan estas organizaciones son los oficiales del Home Mortgage Disclosure Act, correspondientes al año 2012 (la última actualización). Hipotecas convencionales son las que no están respaldadas por el Estado a través de la Federal Housing Administration (FHA) o el Departamento de Veteran (VA) y las que no tienen cláusulas especiales.

 

Esto es algo que el New Economy Project ha visto gráficamente en Nueva York (ver imagen), una ciudad donde es llamativo comprobar cómo en las zonas donde residen más afroamericanos y latinos se conceden muchas menos hipotecas convencionales que los vecindarios en los que viven predominantemente blancos no hispanos.

 

"Los mapas muestran que los bancos continúan delimitando las comunidades en la ciudad", explica Mónica García, coordinadora del New Economy Project. Según García esto permite que florezcan los "préstamos abusivos".

 

El terreno está abonado porque como detalla el estudio de Zillow, el problema no es solo con hipotecas convencionales. Cuando estas minorías solicitan un préstamo FHA los latinos son rechazados 1.47 veces más que los blancos no latinos. Los préstamos FHA permiten un pago inicial (down payment) de menos del 20% y tienen una tasa algo menor al resto. A cambio se exige un costoso seguro (PMI) durante unos años.

 

El estudio de Zillow concede que las dos minorías tienen menos ingresos como media que los blancos no hispanos lo que se suele traducir en una baja calidad de crédito y menores pagos iniciales. Es algo que descalifica para una hipoteca convencional.

 

En algunas zonas de Brooklyn donde residen muchos afroamericanos algunas empresas de bienes raíces están comprando casas al contado que luego venden o alquilan a altos precios. La falta de hipotecas favorece la gentrificación de algunos barrios.

 

Curiosamente, la experiencia con bancos es positiva, según Zillow. Solo una minoría en cada comunidad cree que la raza juega en su contra aunque en el caso latino esta es del 37%.

 

TD Bank, que está enfocando su estrategia al mercado latino, ha hecho pública una encuesta que refleja que el 68% de los hispanos tuvo una experiencia de compra de vivienda "excelente" o "muy buena" con esta entidad, más que el año pasado. Michael Copley, vicepresidente ejecutivo de préstamos de este banco, explica que dado el crecimiento de la población hispana, los prestamistas "tendrán que tener productos y personas que puedan crear una experiencia memorable para este segmento de población".

 

 


ANA B. NIETO / La Opinión

Página Web - 2014/03/07

Fuente: http://www.laopinion.com


Nueva York — Casi medio millón de unidades de vivienda asequible es lo que haría falta en la ciudad de Nueva York para resolver el problema habitacional de 700,000 neoyorquinos con bajos ingresos. Estos son los datos de un reporte presentado ayer por Real Affordability for All, una coalición de inquilinos, activistas comunitarios y sindicatos, que será elevado al alcalde Bill de Blasio.

 

El alcalde —que hará pública su propuesta sobre este tema el 1 de mayo— anunció que la base de su política será crear 200,000 unidades de vivienda asequible para albergar a entre 400,000 y 500,000 neoyorquinos. Esta cifra está bastante por debajo de lo que proponen los organizadores de esta campaña, que piden que las viviendas estén al alcance de familias con ingresos menores a $40,000.

 

Los autores del reporte destacan que áreas en las que la clase trabajadora latina ha vivido históricamente, como El Barrio (Manhattan), Jackson Heights-Corona (Queens), Bushwick (Brooklyn) y Mott Haven (Bronx) están ya fuera del alcance para familias que ganan menos de $60,000 al año.

 

Debido al avance de la gentrificación, muchos de los que actualmente pagan un alquiler razonable están en riesgo de perder su vivienda. Es el caso de Irania Sánchez, que vive en un apartamento de renta estabilizada en Bushwick junto a su madre y a sus dos hijas, pagando algo más de $800 al mes.

 

Su edificio, que cuenta con seis unidades, fue comprado por un nuevo casero, que ofreció dinero a los inquilinos, todos ellos hispanos, para que se marcharan y poder así realquilar los apartamentos al triple de precio.

 

Sánchez, la única vieja inquilina que aún vive en ese edificio, afirma que en los últimos meses ha sufrido cortes constantes de calefacción y agua caliente. Según ella, estas son presiones del casero para que abandone la vivienda.

 

"Lo único que le pido al alcalde es protección para mantener mi casa", dijo Sánchez, que es también miembro de Se Hace Camino Nueva York, una de las organizaciones miembro de Real Affordability for All. "La mayoría de los hispanos del vecindario estamos sufriendo el mismo acoso de nuestros caseros y estamos completamente desamparados".

 

Para paliar la escasez de vivienda asequible, los autores del informe recomiendan a la Ciudad que solo otorgue subsidios a los desarrollistas que se comprometan a incluir en sus proyectos apartamentos para familias que ganen menos de $40,000 al año.

 

La campaña continuará presentando reportes y realizará actos en las próximas semanas para llamar la atención sobre este problema.

 

 


JUAN MATOSSIAN / La Opinión

Página Web - 2014/03/07

Fuente: http://www.laopinion.com